La dirección general de Caja Inmaculada maniobró para permitir que los miembros de la entidad que asistían a los consejos de administración de las empresas participadas por CAI pudiesen ingresar las dietas correspondientes a esa actividad. El cambio de las reglas del juego se produjo en octubre del 2011 de la mano del entonces director general, Luis Miguel Carrasco. Hasta entonces los consejeros no cobraban dietas por acudir a las reuniones de las filiales de la entidad aragonesa.

Así queda reflejado en un documento, fechado el 4 de octubre del 2011 y perteneciente al área de Recursos Humanos de la entidad, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. En el mismo se señala que "por decisión de la dirección general, y en atención a la responsabilidad asumida por ser miembro de los órganos de administración de sociedades participadas, se ha establecido un nuevo criterio en cuanto al tratamiento de las dietas que se perciben por este concepto". El documento añade que "estas dietas, incluídas las que puedan corresponder al pasado mes de junio, serán trasladadas a su nómina bajo el epígrafe Asistencia a Consejos de Administración. Y se subraya: "En el supuesto de que haya sido designado a título personal para desempeñar estas funciones, no deberá retornar a la caja las dietas percibidas, aunque deberá informar de las mismas a las áreas de Participadas y Recursos Humanos".

Esta misiva pone de manifiesto que el entonces director general de CAI cambió el criterio tradicional de actuar en la caja y que, según varias fuentes de la entidad, consistía en que las dietas "nunca se cobraban" y "si en algún caso se ingresaban en la cuenta de un consejero, luego se descontaban de su nómina".

En total, solo en el año 2012 la suma de dietas percibidas por estos miembros de la entidad que asistían a consejos de empresas participadas ascendía a más de 230.000 euros. Se da la circunstancia de que en el 2012 el grupo Caja3 --integrado por CAI, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz-- registró pérdidas por valor de 1.039 millones de euros tras acometer dotaciones --en su mayoría para hacer frente a sus riesgos inmobiliarios-- por 1.622 millones de euros.

MILES DE EUROS La nómina de empresas participadas por CAI en el 2012 era muy elevada y, por tanto, eran muchos los miembros de la caja que asistían a sus reuniones. El propio Luis Miguel Carrasco percibió más de 91.000 euros ese año, mientras que el entonces presidente de Caja Inmaculada, Juan María Pemán, cobró dietas de estos consejos por valor de 21.000 euros. Juan Antonio García Toledo, director general adjunto entre 2009 y noviembre del 2011, recibió 58.600 euros, mientras que Agustín Lalaguna, director de Participadas y del negocio inmobliario se embolsó más de 20.000 euros. También aparecen en la nómina muchos otros nombres como el expresidente de CAI, Rafael Alcázar (12.000 euros).

DECENAS DE EMPRESAS Los miembros que percibieron las dietas a partir del ejercicio 2011 asistían a consejos de empresas participadas por CAI. Entre ellas figuraban compañías como Ahorro Corporación, grupo El Árbol, Imaginarium, Heraldo de Aragón, Inmobiliaria Impulso XXI, Caser, Plaza, Platea, Sodiar o Savia Capital.