Un amplio grupo de directivos y consejeros de Caja Madrid y de Bankia bajo los mandatos de Miguel Blesa y Rodrigo Rato gastaron unos 15,5 millones de euros con unas tarjetas que les había dado la entidad para su uso privado, es decir, para gastos como compras de alimentación, ropa o retiradas de efectivo. La Fiscalía Anticorrupción está investigando está operativa, anulada y destapada por el equipo del actual presidente del grupo, José Ignacio Goirigolzarri.

El informe de Anticorrupción destaca que las tarjetas fueron concedidas "fuera del circuito ordinario de otorgamiento" de estos plástico en la entidad y bajo la responsabilidad directa de Ildefonso Sánchez Carcoj, director financiero y mano derecha de Blesa, que siguió ocupando el cargo bajo la presidencia de Rato. No había, añade el documento, contrato ni acuerdo de los órganos de gobierno que las amparasen, ni tampoco estaban previstas en los estatutos.

Entre el 2003 y el 2012, los consejeros y directivos de Caja Madrid beneficados gastaron 15,24 millones de euros. Entre el 2011 y el 2012, tras la creación de Bankia y hasta su nacionalización, se gastaron otros 245.200 millones adicionales. No consta, según el informe, que pagaron por ello los correspondientes impuestos a Hacienda.

APROPIACIÓN INDEBIDA

"La utilización de estas tarjetas según los datos del informe no aparece conectada con los gastos de representación o relacionados con actividades profesionales de los disponentes, como ejemplos los cargos elevados por compras de alimentación, grandes superficies, ropa o retiradas de efectivos", destaca el informe.

La Fiscalía ha iniciado la investigación porque entiende que hay indicios de que pudo producirse un delito societario y de apropiación indebida. Entre los beneficiados, aparte de Blesa y Rato, figuran los ejecutivos José Manuel Fernández Norniella, Matias Amat y los representantes de PSOE y CCOO en las entidades, entre otros.