Alemania y Francia parecen incapaces de ser el motor de la recuperación en Europa. El PIB alemán se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre y el PIB de Francia se estancó. Las políticas económicas de los gigantes europeos no parecen ofrecer garantías suficientes para servir de base para reactivar la actividad.

Los expertos y el propio Gobierno alemán ya habían avanzado en los últimos días que la mayor economía europea se había enfriado en relación con el primer trimestre -en el que creció un 0,7% en lugar de un 0,8%, debido a la debilidad del comercio exterior y el bajo ritmo inversor, pero la tasa registrada es peor de lo estimado por la mayoría de analistas. El Ministerio de Economía alemán subraya que la "positiva tendencia" de base "sigue estando intacta", que el mercado de trabajo se mantiene "estable", que los ingresos "suben" y la tendencia de consumo "continúa alta". Pese a este planteamiento, las dudas se mantienen.

De hecho, las exportaciones crecieron en menor medida que las importaciones entre abril y junio en Alemania, por lo que el sector exterior contribuyó de forma negativa al crecimiento, algo inusual en esta economía basada en las exportaciones. Las inversiones -especialmente en construcción- se redujeron de forma drástica, en parte a causa del suave inverno pasado, que interrumpió menos de lo normal la actividad en este sector.

En comparación con el segundo trimestre del 2013, la economía alemana creció a precios constantes entre marzo y junio un 0,8%, y un 1,2% si se elimina el efecto calendario. La anterior contracción de la mayor economía europea se produjo en el primer trimestre del 2013, cuando el PIB alemán retrocedió un 0,4% en relación con los tres meses previos.

Economía francesa

Por su parte, la economía francesa estuvo estancada en el segundo trimestre del año, al igual que en el primero, según la primera estimación publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (Insee). El producto interior bruto entre los pasados abril y junio registró una caída de las inversiones en empresas (-0,8% respecto al primer trimestre) y un déficit en el comercio exterior, que le resta un 0,1 puntos de PIB a la economía gala, tras "una contribución neutra en el primer trimestre".

Aumentó, sin embargo, el gasto público (+0,5%) y el gasto de los hogares (+0,5%) en un segundo trimestre en el que "la producción de bienes y servicios fue casi estable" (-0,1%) y "la producción de bienes manufacturados se contrajo de nuevo (-1,0%) en casi todos los sectores de la economía". En el conjunto del año, Francia acumula un crecimiento del 0,3%.

El dato avanzado por el Insee ha llevado al Gobierno a reconocer que Francia no cumplirá sus objetivos de crecimiento y déficit en el 2014. El ministro de Finanzas, Michel Sapin, ha reconocido al diario 'Le Monde' que el avance de la economía francesa al final del año será "del orden del 0,5%" frente al objetivo del 1% que el Ejecutivo defendía hasta ahora.

Políticas coordinadas

Francia insta a Alemania a tomar medidas de política economica coordinadas o en la misma línea. El denominado pacto de responsabilidad del primer ministro francés, Manuel Valls, prevé ahorrar 50.000 millones de euros en tres años, pero puede ser inoperante si no existe una reacción continental y especialmente alemana. Si las políticas económicas de Europa deben primar el control del déficit o aplicar nuevas medidas expansivas probablemente volverá a ser el tema de debate de las próximas semanas.