Las acciones de Deliveroo se han hundido cerca del 30% en su debut bursátil en el parqué londinense este miércoles, recortando más de 2.000 millones de libras (unos 2.350 millones de euros) de la valoración de la empresa. Lo que supone un mazazo para la empresa de reparto de comida a domicilio. En cuestión de dos horas, el valor de la firma de 'delivery' se ha estabilizado en las 3 libras por acción (3,52 euros), cuando la oferta pública de venta (OPV) era de 3,9 libras; lo que representa una devaluación del 23% según lo esperado.

La esperada salida a bolsa, la mayor en el mercado londinense en una década, había sido aclamada incluso por el ministro británico de Economía, Rishi Sunak, que había calificado el movimiento de una verdadera historia de éxito de la tecnología británica que podría despejar el camino para más salidas a Bolsa de empresas tecnológicas de rápido crecimiento.

Debut ensombrecido

Pero el debut ya se había visto ensombrecido en los últimos días por el hecho de que algunas de las mayores empresas de inversión británicas rechazaron invertir en la empresa de reparto, alegando preocupaciones sobre las condiciones de trabajo de Deliveroo y la estructura de las acciones elegida para su salida a Bolsa. El precio de 3,9 libras por acción, valor que la empresa esperaba conseguir en su estreno, daba una valoración global de 7.600 millones de libras (8.900 millones de euros) a la empresa de reparto y se situaba ya en la parte baja del rango inicial planteado por la empresa en la última semana.

A los pocos minutos de la apertura de su estreno bursátil este miércoles, Deliveroo perdió 2.280 millones de libras de su valor, lo que, según un alto banquero de los mercados de capitales, perjudicará al mercado de ofertas públicas iniciales en Gran Bretaña y Europa. Es un movimiento extremadamente doloroso en una de las OPV (salida a Bolsa) más esperadas del año, dijo pidiendo permanecer en el anonimato.

Fiasco multinacional

El fiasco de la salida a Bolsa de la multinacional llega en un momento crucial para la empresa, justo después de que su negocio haya experimentado un auge en la demanda durante la pandemia por las restricciones horarias de la hostelería y los confinamientos. Pese al crecimiento de sus operaciones en 2020, Deliveroo registró fuertes pérdidas subyacentes de 223,7 millones de libras, frente a las pérdidas de 317,3 millones de libras en el 2019.

A ello se suma una subida de los rendimientos del Tesoro estadounidense, que ha restado atractivo a muchos valores tecnológicos a ambos lados del Atlántico en las últimas semanas y los inversores empiezan a cuestionarse si sus valoraciones están infladas.

Esto nos lleva a preguntarnos cómo es posible que una empresa valorada en 3.000 millones de libras en noviembre, 5.000 millones en enero, valga mágicamente entre 8.000 y 9.000 millones en marzo, sobre todo cuando, según sus propias declaraciones, necesitaba potencialmente una financiación de emergencia el año pasado, ha declarado el director de inversiones de AJ Bell, Russ Mould.

La salida a Bolsa de la empresa londinense, fundada por su jefe William Shu en el 2013, es la mayor oferta pública de venta de acciones en Londres desde la de Glencore en mayo de 2011 y también la mayor salida a bolsa de una empresa tecnológica en la Bolsa de Londres. Entre los inversores de peso que se mantuvieron al margen figuran Aberdeen Standard Life, Aviva, Legal & General Investment Management y M&G.

El número de instituciones que se alinearon para decir que no a Deliveroo por motivos ambientales, sociales y de gobierno corporativo siempre ya auguraban un debut difícil, en palabras de el director de inversiones de Aberdeen Standard Investments, James Athey.