Del pleno empleo a más de tres millones de parados en solo una semana. La sistémica sacudida del coronavirus en la economía estadounidense ha empezado a cuantificarse con los primeros datos de empleo desde que la pandemia obligara a restringir severamente la actividad productiva del país. De acuerdo con el Departamento de Trabajo, 3,3 millones de estadounidenses solicitaron la semana pasada la prestación por desempleo, una cifra sin precedentes históricos, que cuadriplica el récord anterior registrado en 1982. Los expertos apuntan a que la cifra real es probablemente más elevada porque muchas de las webs y centros de llamadas disponibles para solicitar la prestación se han colapsado en los últimos días por el tráfico inusitado que han registrado.

"Es una carnicería", ha dicho el economista de la Universidad de Chicago, Jacob Robbins. "Y solo hará que empeorar". La cifra rebasa con creces lo visto durante la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado y son muchos los economistas que consideran que la economía estadounidense ha entrado ya oficiosamente en recesión, a pesar de que no ha pasado el tiempo suficiente para encadenar dos meses de crecimiento negativo. Los confinamientos de la población, el cierre parcial de las fronteras y las medidas de distanciamiento social se han cebado con importantes sectores económicos como los restaurantes, los cines, los gimnasios, las aerolíneas o los hoteles. EEUU comenzó el mes con un paro del 3,5%, la cifra más baja del último medio siglo, y la predicción de algunos expertos es que el paro se acerque al 13% en mayo.