Récord en el recorte del desempleo en Aragón y España. La tasa de paro de la comunidad descendió en el segundo trimestre en 1,93 puntos y se situó en el 11,39%, el nivel más bajo desde finales del 2008 y casi siete puntos por debajo de la media nacional (17,22%). En los 12 últimos meses ha registrado un descenso de 3,88 puntos, según la encuesta de población activa (EPA) del segundo trimestre publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De esta manera, Aragón se sitúa como la cuarta región española con menos desempleo, siendo solo superada por País Vasco (11,23%), La Rioja (10,92%) y Navarra (10,55%).

El bajón del paro en la comunidad aragonesa, con 12.400 personas menos, es la mayor caída trimestral de la serie histórica, iniciada en 1964, según el INE. El número total de desempleados queda ahora en 73.200, lo que supone un descenso de 26.200 personas respecto a hace un año.

En cuanto a la población ocupada en la comunidad, esta se situó en 569.800 personas, 12.200 más que en este trimestre anterior (+2,20%) y 17.900 más que en el mismo periodo del 2016 (+3,25%), lo que deja la tasa de actividad en el 58,79%. Sin embargo, aún deben recuperarse 60.000 empleos en Aragón para llegar a los niveles de antes de la crisis.

Por provincias, Huesca es la que tiene la tasa de paro más baja, del 10,31% y 10.600 parados, seguida de Zaragoza (11,39% y 54.300) y Teruel (13,16% y 8.300).

Por sectores, el principal responsable de la creación de empleo en Aragón han sido los servicios, ya que se generaron 17.300 puestos en un año (el 4,6% más). Le siguió la agricultura, con 3.300 nuevos trabajos (+8,8%). Sin embargo, la industria perdió 1.000 ocupados (-1,0%) y la construcción 1.700 (-5,2%).

Datos nacionales / En el conjunto de España se da la misma tendencia, con una caída del paro de 340.700 personas, el mejor dato del registro histórico. Tanto el volumen total de desempleados, 3.914.300 -por debajo de los cuatro millones-, como la tasa de paro son los más bajos desde el cuarto trimestre del 2008. Ante lo que se vaticinaba como una evolución favorable del mercado laboral, la ministra de Empleo, Fátima Báñez ya sacó pecho recientemente al vaticinar que los datos serían positivos.

Frente a la lógica euforia del Gobierno, desde los sindicatos y parte de la oposición se interpretó ese dato positivo de la EPA como la muestra del proceso de reconstrucción del mercado laboral español hacia una mayor precariedad.

El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, describió la situación de verdadero «desguace» de lo existente, en un marco de crecimiento económico que no se está trasladando al conjunto de la población. En su opinión, la paradoja es que el incremento del empleo lo es también de la precariedad y de «consolidación» de contratos temporales. El aumento del número de contratos obedece a que son «de corta duración y de escasa o nula calidad», de manera que «hay más contratos, pero no más trabajo», dijo Garzón.

EUFORIA EN EL PP / Frente a esa reacción, el Gobierno aprovechó los datos para defender que las reformas emprendidas han tenido sus frutos. El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, calificó de «muy positiva» la EPA y apuntó que las cifras «llevan al optimismo» porque se está recuperando el empleo destruido por la crisis. De los más de tres millones de puestos de trabajo destruidos, aseguró, «ya se han recuperado casi dos».