Un alto ejecutivo de Volkswagen ha sido arrestado por las autoridades estadounidenses en relación con el escándalo de los motores diésel trucados, conocido como dieselgate. El detenido es Oliver Schmidt, encargado de la oficina de cumplimiento de las regulaciones de la compañía entre el 2014 y marzo del 2015, según publica The New York Times.

Schmidt es el primer detenido por el trucaje de los motores diésel que afecta a cerca de 600.000 automóviles en EEUU. Los fiscales generales de los Estados de Nueva York y Massachusetts presentaron demandas contra Volkswagen y acusaron a Schmidt de jugar un papel importante en los esfuerzos de la empresa automovilística por encubrir la trampa instalada en los motores ante las autoridades estadounidenses.

Schmidt formaba parte del equipo de directivos y representantes de Volkswagen durante la investigación iniciada por la Agencia de Medio Ambiente de California en el 2014 ante el descubrimiento de unas emisiones de gases muy altas de vehículos diésel del grupo alemán.

Los fiscales generales señalaron que se produjeron explicaciones falsas en relación con los niveles de emisiones por parte de Schmidt y de otros representantes del grupo, hasta que en septiembre del 2015 reconocieron la existente del software.

«Volkswagen sigue cooperando con el Departamento de Justicia de EEUU, mientras trabajamos para resolver asuntos pendientes. No sería apropiado hacer comentarios sobre las investigaciones en curso», indicaron fuentes de VW tras conocer el arresto.