La carga financiera de las familias españolas se situó en el 90% de su renta bruta disponible en el 2003, según el último boletín económico del Banco de España. Este dato supone que las deudas de las familias equivalen al 90% de sus ingresos brutos anuales. Los hogares se han endeudado para financiar sus gastos, de manera que la deuda contraída ha aumentado a un ritmo mayor que el de la renta familiar. De hecho, el endeudamiento está "dos veces por encima de los niveles de mediados de la década de los 90", según el informe oficial.

La tendencia a incrementar los pasivos familiares queda reflejada en la carga financiera asociada --la que está ligada a las hipotecas--, que ha pasado del 11% de la renta bruta disponible al 12,9% en el mismo periodo. Con todo, esa tendencia de crecimiento es relativamente moderada, según el informe, debido al perfil descendente de los tipos de interés y el alargamiento de los plazos a los que se conceden los préstamos.

INCREMENTO DE TIPOS El boletín añade que el impacto que tendría una subida de los tipos de interés sobre el consumo y la inversión residencial sería mayor en ésta última, en la medida que el número de individuos que estarían en condiciones de absorber el cambio sin modificar sustancialmente su patrón de gasto sería más reducido.

El estudio distingue entre primera y segunda vivienda de acuerdo con el Panel de Hogares de la Unión Europea (Phogue) para el periodo 1994-2000. Según ese criterio, la carga financiera asociada a los préstamos para adquisición de la primera vivienda suponía casi el 70% de la deuda familiar.

El estudio destaca que, pese a que los datos de la Phogue son relativamente incompletos, evidencian que la carga financiera familiar se distribuye de forma poco homogénea, pues los pagos se concentran en un cuarto de la población total. "Se aprecia, no obstante, que dicha variable presenta un perfil ascendente", que el Banco de España atribuye al aumento de posibilidades de acceso al mercado crediticio por las familias, debido a los bajos tipos.

Se pone de manifiesto la elevada dispersión del endeudamiento, ya que un 10% de los hogares endeudados destinaban menos de un 10% de su renta al pago de las cuotas asociadas al préstamo hipotecario, mientras que para otro 10% estos gastos absorbían más del 40% de sus ingresos, es decir unas 10 veces más que el dato agregado del sector.

El informe refleja la reducción de la riqueza relativa del conjunto de hogares endeudados, al tiempo que su nivel de ingresos puede haberse mantenido estable. Se señala, no obstante, que los hogares con menos recursos, y que tenían menor margen para hacer frente a perturbaciones sin ajustar el gasto, presentaban una carga financiera más elevada en el periodo que alude la encuesta.