Ejecutivos del gigante alemán Deutsche Bank han planteado en las últimas semanas un plan para recortar unos 10.000 empleos en todo el mundo, aproximadamente uno de cada diez empleados de la compañía, según informó ayer The Wall Street Journal.

Los recortes en el personal deberían afectar a todas las regiones del mundo y todas las actividades: banca minorista, incluida la filial Postbank, banca de inversión y gestión de activos.

Los órganos dirigentes de Deutsche Bank se encontrarán hoy en Fráncfort con la junta de accionistas, reunida en asamblea general. Los directivos tendrán que afrontar una avalancha de críticas de inversores institucionales y pequeños inversores descontentos con el deficiente desempeño operativo del banco y con su desarrollo en la bolsa, donde sus acciones han caído casi un tercio este año.

El primer banco alemán cambió en abril de consejero delegado, cuando el alemán Christian Sewing sucedió al británico John Cryan, que todavía tenía contrato en vigor, en un movimiento que sorprendió a los empleados y a algunos clientes e inversores. El Deutsche Bank ya había anunciado a finales de abril ajustes en su estrategia.