El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Modesto Lobón, aseguró ayer que el proyecto para la construcción de una planta de biomasa agrícola en Monzón podría crear 240 empleos con una inversión de 90 millones de euros.

Así lo aseguró durante su comparecencia, a petición de IU, en la sesión plenaria de las Cortes de Aragón. Y es que, esta iniciativa empresarial ha provocado recelos entre los partidos de la oposición y grupos ecologistas por considerar que la ubicación de esta instalación energética es muy próxima al municipio montisonense.

Para el consejero, se trata de un proyecto "interesante" que "puede tener una gran repercusión en la zona" por sus características de "desarrollo sostenible socialmente".

Entre las virtudes de la futura planta, Lobón explicó que generará "un gran impacto social", pondrá en valor la modernización de regadíos y fomentará los cultivos energéticos. También defendió que en esta instalación el consumo de agua será "mínimo" y que su actividad "va a favor de la lucha contra el cambio climático".

"Según el promotor no hay riesgo para la salud humana y la protección del ecosistema", apuntó, al tiempo que señaló que será el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) el que se pronuncie sobre la conveniencia de autorizar esta actividad.

Por su parte, el diputado de IU, Miguel Aso, defendió que "la biomasa es interesante en pequeñas poblaciones", pero llamó la atención sobre el gran consumo de madera que requerirá esta planta. Tanto IU como PSOE y CHA lamentaron que la planta se vaya a ubicar a un kilómetro de Monzón.