El Consejo de Gobierno dará hoy luz verde a la Ley de venta local de productos agroalimentarios, que busca mejorar los resultados económicos de los titulares de explotaciones agrarias a través de una mayor participación en la comercialización de sus productos.

El objetivo de la legislación es incidir en el desequilibrio actual en la cadena agroalimentaria, ya que el valor económico «no se distribuye de forma homogénea entre todos sus integrantes», según la DGA, por lo que considera necesario fomentar fórmulas para mejorar la situación de los productores y los consumidores. La ley también facilitará y fomentará el acceso al consumidor a productos agroalimentarios con un valor añadido de proximidad, con información sobre su procedencia, coste real, sistemas de producción y condiciones de sostenibilidad.

Además, la nueva legislación recoge bajo la denominación de venta local, dos modalidades: la venta directa y la venta en cadena corta de distribución. Venta directa alude a la comercialización de productos de producción propia o elaboración propia, realizada directamente al consumidor final por un productor. En la segunda, éste entrega los productos a un establecimiento local, que sólo puede venderlos o suministrarlos a un consumidor final.

También se establecen las condiciones sobre higiene de los alimentos, de forma que estas sean suficientemente flexibles para garantizar la existencia de soluciones a situaciones específicas sin poner en peligro la seguridad alimentaria.

La Ley prevé la creación de un distintivo que permita su identificación de los establecimientos locales que realicen venta en cadena corta de distribución, para los que su uso será obligatorio. La identificación será voluntaria para los productores que practiquen la venta directa.

Se excluyen de este ámbito de aplicación los productos silvestres, los de la caza y la pesca, que no procedan de dichas explotaciones.