La Sociedad de Garantía Recíproca, Avalia, dependiente de la Corporación Empresarial Pública de Aragón, cerró el pasado jueves un acuerdo para avalar una pequeña parte del plan de refinanciación de la firma de confección Cardenal Internacional (Cardinter). Se da la circunstancia de que esta compañía se encuentra en preconcurso de acreedores y, en estos momentos, adeuda siete nóminas a sus 57 trabajadores (más de 430.000 euros).

En concreto, Avalia ofrece una garantía de 300.000 euros --el máximo permitido por la sociedad dependiente de la DGA--, aunque el global de la operación podría superar los cinco ó seis millones de euros, según varias fuentes consultadas por este diario. Esta cantidad permitiría a la firma afrontar el pago de intereses bancarios, resarcir en parte la deuda con la plantilla y poder maniobrar de cara a su supervivencia en las próximas semanas.

Fuentes de la Corporación Pública Empresarial señalaron que, si las entidades financieras --entre siete y ocho-- han dado el visto bueno al plan de refinanciación de Cardinter es porque consideran que dicho plan es "viable". De ahí que Avalia haya aportado su garantía para el cierre de la operación, añaden.

MALESTAR Sin embargo, el acuerdo no ha sentado nada bien a la plantilla, ya que "se nos garantizó que sin el acuerdo de los trabajadores no se firmaría", apuntó ayer la responsable de la Federación Química de CCOO en Aragón, Carmen Martínez. Por ello, los empleados mostraron ayer su sorpresa durante la asamblea celebrada en Zaragoza.

Durante la última reunión mantenida con la empresa el pasado jueves, esta ofreció a la plantilla el pago de tres de las siete nóminas que adeuda, aunque los trabajadores, finalmente, rechazaron la propuesta. Ahora, una de las últimas bazas pasa por una posible reunión el lunes en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), después de que el comité citara a la empresa para desatascar el conflicto. Los sindicatos recuerdan que la firma textil ya incumplió un acuerdo anterior, firmado en el SAMA a principios de diciembre, para liquidar a plazos los salarios pendientes.

Una de las incógnitas que se abren ahora es saber qué sucederá si ambas partes no sellan un acuerdo, ya que Cardinter afronta uno de los periodos de mayor actividad del año, con un importante volumen de pedidos, principalmente con clientes del exterior. Sin embargo, los 57 empleados de Cardinter llevan casi un mes y medio de huelga en protesta por esta situación, por lo que si no hay una salida al conflicto, mantener la producción será complicado.

Cardinter se dedica a la confección de trajes de ceremonia para caballero. Sus productos se venden principalmente en Europa y en el mercado nacional.