A veces las palabras tienen significados que parecen, si no antagónicos, sí enfrentados. Ilusión, por ejemplo, es un "concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos". Pero también una "esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo". Tomemos el hecho de que la rentabilidad de la deuda española a medio plazo (bono a cinco años) se situase ayer por debajo de la de EEUU por primera vez desde el 2007. Es una ilusión, porque la situación y las perspectivas de la primera economía del mundo son mejores, como demuestra que el rating español esté ocho escalones por debajo del estadounidense. Pero también provoca ilusión, sobre todo en los inversores, que con sus compras han permitido que la prima de riesgo entre los dos países caiga desde los 704 puntos del verano del 2012.

Pero no nos engañemos. La mejora se debe en buena medida a las estrategias de los bancos centrales que las acogen. La FED sigue con su plan de retirada de estímulos económicos, mientras que el BCE se plantea ahora seguir sus pasos con apoyos al crecimiento. Empujado por las palabras de Draghi del jueves y un buen dato de empleo en EEUU, el Ibex 35 subió ayer el 0,88% (3,37% en la semana), hasta los 10.677,2 puntos, un nivel que no alcanzaba desde mayo del 2011. La prima de riesgo cayó a 159 puntos básicos por primera vez desde el 2010.