El Popular ganó 231 millones de euros entre enero y septiembre, el 1,7% más que un año antes. Pese a batir las previsiones del mercado (se esperaba una caída del 10%), los inversores penalizaron a la entidad con una caída en bolsa del 5,68%. La razón es que el banco todavía está inmerso en la costosa digestión de los activos problemáticos de la crisis, particularmente los inmobiliarios.

La entidad realizó unas provisiones para asumir pérdidas y protegerse de posibles futuros quebrantos de 1.973 millones. De hecho, aprovechó los 419 millones en plusvalías obtenidos por la venta de un 51% de su banco de internet a un fondo para cubrir el riesgo de unos créditos que todavía están al día de pago pero son susceptibles de dejar de estarlo. "El Popular está en situación de afrontar cualquier escenario por duro que sea", afirmó el consejero delegado, Francisco Gómez.