Viento en popa. La economía española creció un 0,9% entre abril y junio, una décima más que en el trimestre anterior, lo que supone la tasa trimestral más alta desde el tercer trimestre del 2015, según el avance de datos de la Contabilidad Nacional Trimestral del Instituto Nacional de Estadística (INE). Como consecuencia de ello, la tasa interanual del producto interior bruto (PIB) se aceleró una décima, hasta el 3,1%, después de dos trimestres consecutivos creciendo a tasas del 3%. Con estas cifras y las de la encuesta de población activa (EPA) del segundo trimestre dadas a conocer el jueves pasado, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no disimuló su euforia al hacer balance del curso político.

El jefe del Ejecutivo afirmó que la economía española ha recuperado el nivel de riqueza de antes de la crisis «gracias a las reformas» puestas en marcha, que la han hecho «más competitiva, flexible y resistente», aunque no hizo referencia a la calidad del empleo que se genera. A su juicio, los datos suponen «espléndidas cifras» con las que es «más que probable que en el conjunto del año crezcamos al menos el 3%», como prevé el Gobierno.

La tasa trimestral del 0,9% registrada entre abril y junio coincide con la estimación realizada por el Banco de España y con las previsiones del ministro de Economía e Industria, Luis de Guindos. Estas cifras del INE son aún provisionales y se conocerán a nivel desagregado el 24 de agosto.

15 TRIMESTRES CONSECUTIVOS

Con el crecimiento del 0,9% registrado en el segundo trimestre se acumulan ya 15 trimestres consecutivos de avances del PIB, con lo que la crisis, en términos macroeconómicos, ha quedado completamente atrás. La tasa interanual, por su parte, acumula un total de 14 trimestres en positivo, los últimos nueve registrando valores superiores al 3%, según los datos del INE.

En su último boletín económico, el Banco de España estimaba que el PIB había crecido un 0,9% en el segundo trimestre del año apoyado en el consumo privado. La institución destacaba además que el ritmo de avance de la actividad «se ha intensificado a lo largo de la primera mitad del año». Todo ello ha llevado a la mayoría de servicios de estudios y organismos a elevar las previsiones de crecimiento, una carta que también guarda en la manga el Gobierno.

En el apartado de la oferta destaca, además del buen ritmo que ha adquirido la construcción, la evolución experimentada por el turismo, que, según el Banco de España, sigue mostrando «un notable dinamismo», incluso por parte del británico, a pesar del brexit.

Tras la pérdida de empuje observada a lo largo de los primeros meses del año, el Banco de España señalaba que el consumo privado «habría recuperado un mayor vigor durante la primavera», apoyado en la continuación del proceso de generación de puestos de trabajo y en la prolongación de condiciones financieras favorables.

Además, estimaba que la inversión en construcción habría acentuado en el segundo trimestre el tono positivo del primero. Por el contrario, calculaba que el gasto en bienes de equipo moderó su ritmo de avance, hasta el entorno del 1,5%, tras mostrar un crecimiento muy elevado (3%) al comienzo del año. Asimismo, según el Banco de España, el crecimiento del gasto en consumo de los hogares se habría situado en el 0,7% en el segundo trimestre, frente al 0,4% del trimestre anterior, si bien el consumo habría mostrado una evolución «más moderada» entre enero y junio de este año que en la segunda mitad del 2016.