El crecimiento de la economía española se aceleró a finales del 2003, con un tasa del 2,7%, según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el conjunto del año, el producto interior bruto (PIB) creció el 2,4%, cuatro décimas más que en el 2002, e inició así la senda de "suave aceleración", que según todos los analistas, se acentuará en el 2004. El año pasado se crearon 339.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo; sin embargo, en la industria se destruyeron 72.100 puestos.

La tasa de crecimiento del 2,4% coincide con el cálculo adelantado por el Banco de España hace unas semanas. Es una décima superior a la última estimación del Gobierno, pero seis décimas inferior a la previsión oficial del 3% que sirvió de base a los Presupuestos del Estado del 2003. El crecimiento español del 2,4% destaca frente al estancamiento de la zona euro, que apenas avanzó el 0,4% en el 2003, según subrayó el Ministerio de Economía.

"RECUPERACION EQUILIBRADA" El vicepresidente Rodrigo Rato destacó que los datos demuestran que "la recuperación de la economía española se asienta de una manera más equilibrada". Destacó que en el 2004 se cumplirá el undécimo año de crecimiento y restó importancia a la desaceleración de la inversión, ya que, según dijo alcanzó en el 2003 el 25,5% del PIB, por encima de la media europea.

Asimismo, Rato apuntó que el pasado año las exportaciones españolas ganaron cuota de mercado y aseguró que existe una "base razonable" para el 2004 basada en la aceleración de la inversión en bienes de equipo, en la moderación de la construcción, y en el mantenimiento del consumo de los hogares.

CAIDA DE LA INDUSTRIA Frente a ello, el secretario de Economía del PSOE, Jordi Sevilla, opinó que "crecemos a costa de la industria". Según el PSOE, el dato del PIB "aún siendo bueno, no puede esconder que la producción industrial tiene un escaso crecimiento, destruye empleo y mantiene un escaso nivel de inversión en bienes de equipo".

En relación al 2002, la demanda interna se aceleró en el 2003. El sector exterior se comportó peor que el año anterior y restó 1 punto al crecimiento económico, debido a que las importaciones crecieron más que las exportaciones. No obstante, al final del año la inversión en bienes se estancó y la construcción mantuvo un notable crecimiento. La industria acabó el año con encefalograma plano, mientras que las exportaciones se frenaron en seco.

El sindicato UGT hizo hincapié en la "paradoja" de que el PIB haya crecido más en el último trimestre "cuando tanto el consumo, como la inversión y las exportaciones han visto reducido su aumento" como consecuencia de "una providencial y brusca reducción de las importaciones", que ha reducido la aportación negativa del sector exterior. Asímismo, según CCOO, el crecimiento del 2003 "no tiene bases sólidas", como lo prueba la crisis que está atravesando la inversión y el sector de la industria.

Finalmente, las Cámaras de Comercio, aunque se mostraron satisfechas por el dato del PIB español, advirtieron de la debilidad de la inversión, la industria y el sector exterior. En este sentido, recomendaron impulsar la actividad empresarial e incrementar la inversión en infraestructuras, formación e I+D, así como mantener la estabilidad macroeconómica y la tendencia de reducción de la inflación