La economía española sigue su proceso de desaceleración y crecerá a un ritmo menor en los próximos dos años, según el último informe de Perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentado este miércoles. El organismo con sede en París prevé un alza del producto interior bruto (PIB) del 2,2% para el 2019 dos décimas menos que en su informe del pasado mayo- y del 1,9% para el 2020.

Este año el aumento del PIB será el mismo que baraja el Gobierno (2,6%), pero la OCDE rebaja ligeramente las expectativas del Ejecutivo de Pedro Sánchez para el próximo ejercicio, que en el cuadro macroeconómico enviado en octubre a Bruselas pronosticaba un crecimiento del 2,3%.

El paro, aunque se mantendrá más alto que la media de los países de la OCDE, será del 13,8% el año que viene y del 12,5% en el 2020. El informe pone el acento en el problema de la segmentación del mercado laboral, las altas tasas de paro juvenil, el paro de larga duración y la temporalidad de los contratos. Continuar los esfuerzos para luchar contra el abuso de los contratos temporales es clave para reducir la dualidad del mercado laboral, indica.

Entre los riesgos para la economía, cita los derivados de la ralentización del comercio mundial y su impacto en las exportaciones, al igual que las turbulencias de los mercados internacionales y la incertidumbre política. Todos estos factores pueden mermar la confianza del sector privado y afectar a la demanda interna, que, no obstante, podría resistir si se crea más empleo del previsto.

La OCDE augura una política fiscal neutral en términos generales para el periodo 2019-20, pero recomienda al Gobierno ajustarse a los objetivos de consolidación para garantizar una reducción sostenida de la deuda pública, que, según los cálculos de la organización internacional, será del 96,5% del PIB en el 2019 y del 96% en el 2020.

Asimismo, aboga por implementar las principales reformas estructurales para atajar la fragmentación interna de los mercados y crear economías de escala. También sugiere mejorar la evaluación de las políticas de innovación nacionales y autonómicas para evitar duplicidades, así como estimular la especialización de las universidades para aumentar la calidad de la innovación.

Según su análisis, la demanda interna se moderará, igual que la creación de empleo y el ahorro de los hogares, que se estabilizará en los bajos niveles actuales. El excedente de la balanza de pagos por cuenta corriente será inferior al de los dos últimos años debido al menor crecimiento de las exportaciones.

TENSIONES COMERCIALES

Por lo que se refiere al contexto internacional, indica que el crecimiento ha tocado techo y ahora es esperable un lento descenso por la debilidad monetaria y la salida de capitales de algunos países emergentes.

El PIB mundial crecerá del 3,7% este año y del 3,5% en el periodo 2019-2020. Pero el frenazo podría ser más brusco si continúan las tensiones comerciales, especialmente en los países más dependientes de Estados Unidos y China.

En Europa, el principal foco de inquietud está en las negociaciones del Brexit y en la exposición de los bancos a la deuda soberana en algunos países de la zona euro.

La OCDE resalta que la recuperación tras la crisis financiera del 2008 no ha ido de la mano de una mejora tangible en el nivel de vida de los ciudadanos. Las desigualdades amenazan el crecimiento y alimentan el rechazo a la mundialización, advierte la economista jefe de la OCDE, Laurence Boone.