La economía sumergida en Aragón suma y sigue al calor de la crisis. Su tamaño aumentó desde el 2008 hasta situarse en el 22,3% de su PIB (Producto Interior Bruto) al cierre del 2012, lo que supone más de 7.257 millones de euros ocultos, según el informe El avance del fraude en España durante la crisis, presentado ayer por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) y dirigido por el profesor Jordi Sardà de la Universidad Rovira i Virgili.

Con todo, según este estudio, la tasa de economía sumergida aragonesa es la tercera más baja entre las comunidades autónomas y se sitúa más de dos puntos por debajo de la nacional, que se calcula en el 24,6%, superando los 253.000 millones de euros. En el conjunto de España. el fraude ha aumentado a un promedio de 15.000 millones por año durante los cuatro últimos.

Entre las provincias aragonesas más afectadas destacan Huesca (24,8%) y Teruel (24,1%), todas ellas con más fraude que la media regional, mientras que Zaragoza tiene una proporción menor de fraude (21,5%).

El informe hace una estimación del nivel de actividad oculta en el país a partir de variables relacionadas con la tasa de paro, el número de autónomos, peso de la construcción, renta per cápita, cotizaciones sociales, costes laborales unitarios, variación del PIB, tasa de actividad y consumo de energía eléctrica por unidad de PIB. A partir de estas cifras se llega a la conclusión de que la tasa de economía sumergida ha pasado desde el 17,8% del 2008 al 24,6% en el 2012 (6,8 puntos adicionales de PIB en solo cuatro años). En resumen, casi uno de cada cuatro euros escapan al control legal.

En el 2009, considerado como el momento más duro de la recesión, el dinero oculto en España se disparó en más de 27.000 millones, tanto como los dos ejercicios siguientes juntos. Tal repunte se vincula con al estallido del boom inmobiliario, al espectacular repunte del paro, las subidas de impuestos y la multiplicación de casos de corrupción política y empresarial. A todo esto se sumó el masivo uso de billetes de 500 euros, que representa el 73,7% del efectivo en circulación.

MÁS BRECHA Con el paso del tiempo ha crecido la diferencia de tamaños de economía sumergida entre provincias, es decir ha aumentado la brecha entre la de mayor tamaño de economía oculta y la de menor, a medida que transcurre el tiempo. Esta diferencia se ha duplicado entre 2000-2003 y el año 2012.

Y, mientras las empresas del Ibex- 35, que integra a las compañías con mayor capitalización bursátil en España, siguen pagando tarde a sus proveedores. Aunque se redujo en ocho días el plazo medio de pago con respecto al periodo anterior, en el primer semestre del año pasado fue de 171 días, lo que supone casi el triple de los 60 que fija la normativa, según la Plataforma Mulsisectorial contra la Morosidad (PMcM).

Basándose en los datos remitidos por las compañías a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), esta plataforma denuncia que en los sectores de la industria, el comercio y los servicios se alargaron aún más los plazos de pago, con subidas del 5% y del 3%. En cambio en energía y construcción y el ramo inmobiliario bajaron el 7%.

A COSTA DE LOS PROVEEDORES Según los datos analizados, el sector de la construcción es el que registra una mayor demora en la liquidación de sus facturas, al alcanzar los 291 días. Le siguen, el sector servicios y comercio (269), el industrial (222), y el de energía (101).

Las cifras contrastan con los cobros de estas grandes empresas. Se trata de periodos de pago notablemente menores y oscilan entre 138 días en la construcción y los 57 en la energía. Todo ello "evidencia que algunas grandes compañías se financian, en cierta manera, a costa de sus propios proveedores, en su mayoría pymes y autónomos", según la PMcM. Este colectivo ha detectado que alguna empresa incluso alcanza los 629 días de plazo de pago, por lo que reclama un régimen sancionador.