"Cuando la economía se encuentra con las personas, cambiamos el mundo". Esta frase resume la filosofía que se respira estos días en Zaragoza, gracias a la celebración del I Congreso Internacional de Economía Social y Solidaria (ESyS). Más de 300 personas se han inscrito en este evento pionero, que se desarrolla en varios escenarios de la ciudad desde ayer y hasta mañana, en torno a alternativas al sistema actual donde prime satisfacer las necesidades y el interés común de la sociedad y el respeto al medio ambiente, por delante del lucro, la rentabilidad y los máximos beneficios empresariales. Organizado por la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS), en colaboración con el ayuntamiento y la universidad de la capital aragonesa, el foro puso en valor, en la sesión inaugural, los 2,5 millones de personas que ya emplea este sector, con más de 44.500 empresas y una facturación que supone el 12,5% del PIB nacional.

En Aragón, este movimiento que propugna la ética como eje de la gestión de la economía y la sociedad suma 1.500 empresas y 20.000 empleos en la comunidad, donde representa el 3,5% de su PIB. Asimismo, según la patronal de la economía social (Cepes) en la comunidad, más de 400.000 aragoneses colaboran o forman parte de sus entidades, es decir, uno de cada tres.

Una de las conferencias que se llevaron a cabo ayer giró en torno a las finanzas éticas como herramienta al servicio de la economía solidaria. En ella, Peru Sasia, presidente de Banca Ética Fiare, explicó que esta institución tardó ocho años en reunir a 5.000 socios, 600 organizaciones y cinco millones de euros de capital social para establecerse como cooperativa de crédito.

Sin embargo, a pesar de que aumentan las experiencias de éxito ante una ciudadanía que cada vez busca modelos más responsables, en la jornada quedó patente que sigue siendo un grano de arena en el desierto frente a las más de 730.000 empresas privadas mercantiles que hay en España, y que aglutinan a 23 millones de población activa. "Hay que ser optimistas pero no utópicos, porque estaríamos frustrados todo el día", dijo Sasia, quien destacó que, entre España e Italia, que suman unos 100 millones de habitantes, apenas hay 15.000 que participan en la banca ética.

El congreso recoge un amplio y variado programa de actividades que pretenden fortalecer la redes de economía social ya existentes y promover la creación de otras nuevas, para lograr una sociedad "más democrática, sostenible, igualitaria y solidaria".