El Gobierno alemán y las eléctricas con centrales nucleares en el país han firmado un contrato para repartir costes del "apagón nuclear", previsto para el 2022. El Estado se responsabiliza de los cementerios de residuos radiactivos y las empresas pagarán cerca de 24.000 millones de euros que se incluirán en un fondo específico. Bruselas ha autorizado la constitución de ese fondo.

El acuerdo, hecho público en un comunicado por el Ministerio de Economía, pone fin a una multimillonaria disputa de años para un proceso sin precedentes, después de que Berlín acordara el cierre progresivo de todas la centrales tras la tragedia de Fukushima.

Según explicó el ministerio, las eléctricas seguirán asumiendo los gastos relativos al "desmantelamiento" de las centrales atómicas y el "empaquetado" y "transporte de la basura radiactiva a los cementerios nucleares".

Por su parte, el Gobierno alemán asumirá a partir de ahora el coste de acondicionar y mantener los depósitos de residuos atómicos temporales y permanentes.

Para eximirse de cualquier responsabilidad futura, las eléctricas con centrales atómicas deberán abonar para el 1 de julio cerca de 24.000 millones de euros en efectivo al fondo para la financiación de la eliminación de residuos nucleares, de nueva creación.

Las cinco empresas firmantes son las cuatro mayores eléctricas del país -E.ON, Vattenfall, RWE y EnBW- más Stadtwerke München, la empresa pública de Múnich para la gestión del agua, la electricidad y los residuos, que participa en una central nuclear.

El Ministerio de Economía ha celebrado que se haya alcanzado, tanto para el Gobierno como para las eléctricas, una "seguridad jurídica a largo plazo" y que se haya cerrado un largo proceso entre ambas partes. "Con este acuerdo se cerrarán además múltiples disputas judiciales entre las eléctricas y el Estado en relación con la basura radiactiva y el 'apagón nuclear'", asegura el comunicado de Economía.

El acuerdo es similar a la propuesta que presentó el año pasado una comisión independiente convocada por el Gobierno alemán para dilucidar esta cuestión, uno de los grandes escollos del "apagón nuclear". Entonces, las grandes eléctricas criticaron la propuesta por las cifras que se manejaban, pero ahora la han suscrito sin variaciones.