Las eléctricas europeas critican los "costes políticos" en el recibo de la luz español. Según un estudio de la patronal europea Eurelectric, España es uno de los países "con mayor proporción de costes ajenos a los propios del suministro en la factura de electricidad". Además de los impuestos, estos incluyen desde el pago a la energía extrapeninsular hasta la retribución a las energías renovables, ahora modificado con efectos retroactivos por el Gobierno.

El estudio de Eurelectric sostiene que las facturas eléctricas de los países comunitarios son "artificialmente elevadas" como consecuencia de los costes, impuestos y cargas con que se ven lastradas. Según los datos de esta organización, los costes ajenos al suministro eléctrico se duplicaron entre 2008 y 2012 en los recibos eléctricos europeos, y los impuestos crecieron en dicho período un 60%.

Esta situación afecta especialmente a países como España. El estudio refleja que los precios del suministro eléctrico en España "son muy competitivos (en concreto, son los decimoprimeros más competitivos, en un ránking de 27 países analizados)". Sin embargo, la factura eléctrica que paga el consumidor es alta, porque es uno de los países "con mayor proporción de costes ajenos a los propios del suministro en la factura de electricidad".

Así, los impuestos y cargos, que incluyen el coste de las políticas de la Administración, representaban en el segundo semestre del 2012 la mitad del 50% del precio final que pagaban las familias, por encima de la media europea. En términos absolutos, es España el país en el que estos costes alcanzan niveles más altos, de los 27 estados comunitarios contemplados.