Ayer, el barril de Brent --referencia para el petróleo europeo-- pasó de 85 a 84 de dólares. El martes perdió el 4% en una caída con mayores tintes dramáticos en los mercados de materias primas. No se trata de un goteo a la baja: desde el mes de julio, cuando el futuro del barril se pagaba a 114 dólares, su valor ha caído un 26%. El precio está ahora en niveles que no se registraban desde hace cuatro años, pero rigurosamente, la situación no es una novedad, habida cuenta que las turbulencias se arrastran desde el verano cuando ya se puso de manifiesto una situación contradictoria: la demanda --expresada en las expectativas económicas mundiales-- va a la baja, mientras que la oferta --expresada en la sobreproducción de crudo en muchos productores para ajustar presupuestos-- tira al alza.

Según el director general de la Asociación de Operadores de Petróleo (AOP), Álvaro Mazarrasa, por el lado de la demanda, se constatan "signos de cansancio" en la evolución de las principales economías, como China, Europa y Japón, a lo que se une el hecho de que la buena situación americana "tampoco es suficiente para contrarrestar la caída". China, el principal motor mundial de los últimos años, crece a su menor tasa desde el año 1990, y las principales instituciones del mercado energético han reducido sus previsiones de producción anual a la mitad.

Reservas

Por el lado de la oferta, no se ha registrado ningún desabastecimiento a pesar de las tensiones vividas en Oriente Próximo. De hecho, Irak, y parte de la producción de Libia, "ha vuelto a mercado". El director general de la AOP apuntó también como uno de los factores a considerar es el "considerable aumento" de la producción americana, en especial, gracias al uso de la técnica de fracking, lo que provoca que haya "bastante oferta".

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revisado a la baja en 250.000 barriles diarios de petróleo su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de crudo en el 2014. Entre las razones de ese recorte, que representa el menor aumento anual de la demanda mundial de crudo desde el 2009, la AIE ha estimado los cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que rebajó sus previsiones de crecimiento para el 2014 y el 2015 hasta el 3,3% y el 3,8%. "No es suficiente. El crecimiento sigue siendo fuerte. El problema es que los precios del crudo estaban sobredimensionados", comentó Jaume Puig, director de la gestora de GVC Gaesco.

Pero si el problema es que la oferta supera a la demanda, reducir la producción es una tarea complicada para la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Por un lado, no controla toda la producción --ni Rusia ni EEUU se someten a su disciplina-- y, por otro, dentro de la propia organización los intereses son desiguales, y algunos ministros de Hacienda que no consiguen cuadrar sus cuentas prefiere vender barriles de petróleo para mantener el suministro de dólares.

Arabia Saudí cuenta con amplias reservas que le permiten superar con facilidad descensos del precio que se prolonguen durante un tiempo y presionar a sus competidores. Pero otros productores, como Rusia o Venezuela, tienen problemas económicos más urgentes agravados por la caída de precios. En el caso de Irak y Libia, las repercusiones son imprevisibles. En todo caso, la guerra comercial parece inevitable.