El Juzgado de Primera Instancia número dos de Zaragoza ha exonerado a un empresario que tuvo que liquidar su empresa durante la crisis del pago de una deuda global de casi 3 millones de euros y que se acogió a la llamada Ley de Segunda Oportunidad para liberarse de esta carga.

El auto del juez, al que ha tenido acceso Efe, acuerda la exoneración de esta deuda tras valorar que concurren en el empresario todos los requisitos establecidos para acogerse a la referida ley y poder plantearse la posibilidad en el futuro de emprender un nuevo negocio. Según el representante legal del demandante, Javier Lagunas, del despacho de Coello de Portugal Abogados en la capital aragonesa, la petición se realizó tras la liquidación de la empresa en un procedimiento concursal que concluyó por insuficiencia de capital para hacer frente a las deudas.

Estos requisitos exigen previamente probar que no ha sido posible un acuerdo extrajudicial, que el empresario, actualmente en situación de paro, actuó de buena fe al contraer sus deudas y carece de antecedentes penales por delitos económicos y que no trató de ocultar sus bienes para ponerlos a salvo.