En los diez años desde el estallido de la gran crisis, en el 2007, la economía española ha encadenado siete años de vacas flacas (incluida una doble recesión de cinco años), seguidos de los tres últimos ejercicios (2014, 2015 y 2016) de crecimiento económico. El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer que la economía española creció el 3,2% en el 2016, la misma tasa que en el 2015, gracias, sobre todo, al impulso del consumo privado (que compensó el frenazo en seco del gasto público) y al buen tono de las exportaciones. Una década después del pinchazo inmobiliario, los datos del INE confirman que el beneficio de las empresas no solo ha recuperado el nivel previo a la crisis, sino que lo ha superado ligeramente.

La masa salarial, por su parte, se mantiene el 6% por debajo, lastrada por un nivel de paro que aún incluye casi 1,7 millones de parados más que en el 2007 (hasta un total de 3.750.876 personas desempleadas). Según los datos publicados por el INE, el conjunto de los beneficios empresariales ascendió en el 2016 a 473.032 millones de euros, una cifra que después de tres años de crecimientos acumulados ya supera los 465.182 millones del 2007.

DÉCADA PERDIDA

La masa salarial, por su parte, sumó en el 2016 un total de 526.098 millones, sin llegar aún a los 560.517 millones del nivel precrisis. Los datos demuestran que los beneficios se han recuperado a mayor velocidad que el empleo y los salarios. Solo en el 2016 el excedente de explotación bruto (beneficio empresarial) creció el 4,4% mientras que la remuneración de los asalariados avanzó algo menos, el 3,1%. «España ha perdido una década», admitió ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, en declaraciones a RNE. El ministro valoró el intenso ritmo de crecimiento de la economía en el 2016 (3,2%), casi el doble que la media de la zona euro (1,7%). Se trata además de un patrón más equilibrado en el que la demanda externa ha aportado medio punto al crecimiento, tras dos años en negativo, gracias a una mejor combinación del crecimiento de las exportaciones (4,4%) y de las importaciones (3,3%).

El consumo privado se ha acelerado en el 2016 (+3,2%, frente al +2,8% del 2015), lo que ha permitido compensar el fuerte ajuste del gasto público, que apenas creció el 0,8% (frente al 2% del 2015) con el fin de evitar la multa multimillonaria con que amenazaba la Comisión Europea a España por incumplimiento de los objetivos de déficit. La inversión creció sobre todo en el terreno de los bienes de equipo (+5%), por encima del de la construcción (1,9%).Por sectores, la agricultura anotó un avance del 3,4%, el mismo que los servicios mientras que la industria manufacturera mejoró el 3,1% y la construcción, el 2,5%.

NIVEL DE RENTA

Atendiendo al perfil trimestral, el 2016 finalizó con una subida intertrimestral del 0,7% en la última parte del año con una ligera desaceleración en las tasas anuales de crecimiento y empleo. El ministro De Guindos ha adelantado en tono optimista que el PIB crecerá en el primer trimestre del 2017 a un ritmo «al menos similar», del 0,7%. «La economía ha entrado en el 2017 con una velocidad de crucero del 3%» que, según el ministro, debe permitir cumplir «holgadamente» el objetivo oficial del 2,5%,«si no ocurre ninguna desgracia».

En los cálculos del ministro existe la posibilidad de que España pueda recuperar el nivel de renta previo a la crisis «en el primer trimestre» de este mismo año, lo que equivale a haber perdido una década por el camino. Según el propio ministro, si durante todo este tiempo la economía hubiera mantenido un modesto ritmo de crecimiento del 1,5% ahora el nivel de renta sería el 15% superior al actual.

Además, el ritmo de la recuperación no es igual para todos. Mientras que los datos muestra que el beneficio empresarial ya se ha recuperado, el ministro ha recordado que a un ritmo de creación de empleo de unos 500.000 puestos cada año no se recuperará el nivel precrisis de ocupación (en torno a 20 millones de ocupados) hasta dentro de tres años, en el 2020.

De momento, los datos publicados ayer por el INE revelan que el número de empleos equivalentes a tiempo completo creció el 2,9% en el 2016 hasta alcanzar los 17,367 millones de personas, que son 463.000 empleos más que a finales del año anterior. La cifra total de empleos equivalentes a tiempo completo (17,367 millones) es ligeramente inferior al dato de ocupados que se desprende de la Encuesta de Población Activa, que es de 18,508 millones ya que en esta estadística también cuentan como empleadas la personas que solo hayan trabajado una hora la semana previa a realizar la encuesta.

Para UGT, «los datos de Contabilidad Nacional constatan la fase expansiva de nuestra economía y que esa recuperación no llega a las familias». «Además el trabajo se ha devaluado y cada vez es más precario, temporal y con bajos salarios». Según los datos del sindicato, «casi el 20% de la población trabajadora (3,3 millones) se encuentra en situaciones de pobreza» por lo que es necesario cambiar ya este modelo de crecimiento que consideran «desigual e injusto».