Endesa mantiene su postura de no acometer por el momento las inversiones en materia ambiental que requerirían las centrales térmicas de Andorra (Teruel) y Compostilla (León) para seguir en funcionamiento después de 2020, ya que ese desembolso las haría inviables en las condiciones actuales.

Fuentes de la compañía han explicado a Efe que la posición de Endesa sobre estas dos plantas de carbón no es nueva y se ha expuesto en numerosas ocasiones.

En esa línea se expresó también ayer Francesco Starace, consejero delegado de Enel -principal accionista de Endesa- durante la Junta de Accionistas de la compañía italiana.

Las centrales de Andorra y Compostilla exigen acometer una serie de inversiones para cumplir la nueva directiva europea sobre emisiones, que entrará en vigor en 2020.

Endesa considera que, en la situación actual, abordar esas inversiones haría inviables económicamente estas plantas de carbón, por lo que, de momento, no se plantea hacerlo.

No obstante, esta postura podría cambiar si las circunstancias y el marco regulatorio fueran diferentes y se primara el empleo de carbón nacional en la generación de energía eléctrica.