Diez organizaciones de delincuentes independientes entre sí, aunque interrelacionadas, montaron un macrofraude con el gasóleo agrícola en 11 comunidades autónomas, desvelada ayer por la Guardia Civil, que realizó al menos un centenar de detenciones. Más de 50 establecimientos que expenden combustible han sido inspeccionados en varias provincias, entre ellas Madrid, Pontevedra, Toledo, Zamora, Almería, Cuenca, Murcia, Tarragona, Alicante, Castellón y Granada.

No es la primera vez que se lleva a cabo una redada de este tipo. Ya en 2009, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria arrestaron a un total de 23 personas miembros de una organización por este mismo delito y que había defraudado a Hacienda más de 6,5 millones de euros entre los años 2004 y 2008.

Conocimientos químicos

Para la estafa se requiere ciertos conocimientos químicos. Se coge gasóleos B y C --usados en maquinaria agrícola, calefacción y barcos-- y se engordan con sustancias químicas, grasas y otros hidrocarburos de peor calidad, hasta que llegue a parecerse al gasóleo A, que se usa en automoción. Después se vende a gasolineras y trasportistas.

La ganancia no ha tenido que ser pequeña --en torno a 12 millones de euros al mes, según algunas fuentes-- ya que los gasóleos B y C están bonificados fiscalmente y cuestan apenas un euro el litro, mientras que el de tipo A se vende más caro. Por tercera semana ayer registró una subida que dejo el litro en 1,327 euros el litro de media.

El combustible resultante era malo para el bolsillo y también para el coche. La organización de consumidores Facua reclamó que se de publicidad a la lista de las gasolineras en las que se ha distribuido el líquido fraudulento porque los vehículos que hayan repostado en ellas, con total ignorancia de los conductores, pueden tener problemas en los motores, especialmente en aquellos que usan sistema de inyección.

La operación, aún abierta, ha satisfecho al presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees), Javier Bru, quien aseguró ayer que los empresarios son "los primeros interesados en que se depuren responsabilidades".