Las empresas aragonesas presentaron durante el 2013 menos expedientes de regulación de empleo (ERE) que en el 2012. Y los ajustes afectaron en su conjunto a menos trabajadores. Sin embargo, los ERE de extinción --la modalidad más dañina de todas (también existen los de suspensión y reducción de jornada)-- destruyeron 177 empleos más que en el ejercicio anterior. En concreto, 2.223 personas perdieron su puesto de trabajo tras presentarse un expediente de extinción, mientras que en el 2012 la cifra no pasó de los 2.046. Este es, sin duda, el dato más negativo del balance anual de ERE.

Con todo, la estadística permite abrir una ventana al optimismo: la cifra de afectados por expedientes de suspensión cayó un 16% y la de los de reducción de jornada bajó un 23%. "La situación aún es muy preocupante, pero el descenso refleja un cambio de tendencia que permite creer en la estabilización de los ajustes por esta vía", señaló el director general de Trabajo de la DGA, Jesús Divasson.

Por otra parte, Divasson apuntó que una de las causas del incremento de los despidos colectivos son los ceses de actividad de Tata Hispano en Zaragoza y de Kimberly en Calatayud, "que suman entre las dos 485 extinciones". Sin embargo, el secretario de Acción Sindical de CCOO, Manuel Pina, también indicó que la cifra de afectados por todas las modalidades de ERE bajaron porque "las grandes empresas están dentro de ajustes que no se contabilizaron el pasado año". "Opel y muchas de sus auxiliares firmaron el expediente en 2012, por eso no aparece en la estadística aunque el ERE de suspensión se haya seguido aplicando durante 2013", dijo.

Por todo ello, Pina califica el 2013 como "malo". Una opinión que comparte su homólogo de UGT, José de las Morenas: "Lo que está claro es que la reforma laboral ha impulsado el uso de los ERE y que el año pasado provocaron más despidos".

En cuanto a los sectores más golpeados por los ERE, el industrial fue el más afectado con diferencia durante el 2013.