La dirección y los sindicatos de Ibercaja acercaron ayer posturas sobre el ajuste que la entidad llevará a cabo este año y que afectará directamente a 283 personas. Estos trabajadores, que cumplen este año 59, 60 ó 61 años, abandonarán el banco a comienzos del 2015, apuntaron fuentes sindicales ayer, en la recta final de la negociación. Por tanto, si no se produce un giro inesperado por parte de los representantes de los trabajadores, todo apunta a que hoy podría firmar el ajuste, día en el que acaba el periodo de consultas.

A las 283 salidas previstas podrían sumarse otras 80, en el caso de que ninguno de ellos aceptase los traslados previstos por Ibercaja. Así, la entidad ha establecido un cupo de 80 empleados trasladables a otras oficinas que estén situadas a más de 50 kilómetros de distancia. Este tema era, a última hora de ayer, el único en el que faltaban cerrar algunos flecos.

Otro de los asuntos en los que ayer también había acuerdo es en las condiciones que percibirán los que se acojan voluntariamente a este ERE. Así, se ha fijado una indemnización del 80% del salario neto y una paga lineal de 12.000 euros, apuntaron las mismas fuentes. Se trata, por tanto, de las mismas condiciones que se fijaron en el ERE del 2013 y las que contemplarán el del próximo año, según han acordado ambas partes a lo largo de la negociación.

Además, la entidad también ha establecido un cierre máximo de 55 oficinas este año, aunque todavía no se ha determinado qué ocurrirá en el 2015 cuando Caja3 esté totalmente integrada en el grupo Ibercaja.

Ayer, los sindicatos decidían si aceptaban las bases de este acuerdo. Csica ostenta el 26,5% de la representación, y UGT y CCOO cuentan con el 25,6%. Además, figuran ACI y CGT. El voto de dos de los tres primeros supondría mayoría.