¿Es fiable la previsión del Gobierno sobre recaudación para este año? El objetivo es alcanzar los 200.963 millones de euros, un nivel récord, con un aumento del 7,9%, el triple de lo que crecerá la economía. Son casi 15.000 millones (14.714 millones) más que el año pasado gracias a la velocidad de crucero que alcanzará la economía. Estos recursos servirán, en teoría, para evitar recortes de gasto para alcanzar el objetivo de déficit comprometido con Bruselas, del 3,1% del producto interior bruto (PIB).

Pero son previsiones. Y los precedentes dan poco margen para la confianza. En la anterior legislatura, en la que Cristóbal Montorotambién era el ministro de Hacienda, no acertó ni un solo ejercicio y obtuvo recaudaciones por debajo de lo presupuestado. Pero también fallaron sus predecedores, en especial Elena Salgado, vicepresidenta y titular de Economía durante la segunda legislatura del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Entonces, con 75.000 millones menos de los presupuestados en dos ejercicios, el del 2008 y el del 2009, se vieron vapuleados por los efectos de una crisis que negaron hasta el úlitmo momento.

Montoro no se ha destacado en los últimos años por ingresar lo estimado. El peor ejercicio fue el del 2013, aún achacable a la crisis y un descenso de la actividad general mayor del que se había previsto. En total se produjo un desvió de 9.013 millones sobre lo presupuestado. Pero la tendencia siguió en los años siguientes a pesar de la recuperación.

Y lo peor que es peor, el presidente de la Autoridad Independiente de Resposabildiad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, denunció esta semana en el Congreso que el Gobierno hinchó en unos 26.000 millones los ingresos en los Presupuestos del 2016 ¿El objetivo? Una previsión positiva de recaudación para preveer más gastos y, en caso de que se incumplan los pronósticos, aplicarrecortes.

En el informe económico financiero del proyecto de Presupuestos del Estado para el 2017, se justifica que la última desviación, la del 2016, que aún es provisional y se sitúa en unos 588 millones, se concentró fundamentalmente en el impuesto de la renta (IRPF) por "un crecimiento salarial menor al contemplado en las cuentas públicas" y, por tanto,"un tipo medio en las retenciones del trabajo inferior al previsto".

También en sociedades se recaudó menos porque los beneficios de las empresas estuvieron por debajo de lo previsto. En el 2015, los desvíos losa provocó el propio Ejecutivo por "la aprobación de rebajas en los tipos impositivos una vez avanzado el ejercicio" que no estaban contempladas en las previsiones presupuestarias, según los datos de la Agencia Tributaria.

AUMENTO DE BASES IMPONIBLES

El Gobierno, que se reserva la carta de un crecimiento mayordel que han establecido en el cuadro macroeconómico de su propio proyecto presupuestario (2,5%), confía en sacar el máximo partido de un buen contexto económico que todas las instituciones y analistas preveían que fuera de desaceleración con respecto al 2016. Está previsto un aumento de bases imponibles, sobre las que recaen los tributos, del 5,5%, frente al 4,3% del 2016. Además, ya no se acusará el impacto de la reforma de la imposición directa que restó ingresos en los dos años anteriores.

Pero los desfases no son siempre en negativo, también se producen sorpresas agradables para las arcas públicas, con más ingresos de los que se habían estimado. En la primera etapa de Zapatero, con Pedro Solbes al frente de la cartera económica, la característica fue que se obtuvieron más ingresos de los presupuestados, con un punto máximo en el 2006, con un total de 14.064 millones de euros. Entonces, la recaudación por el IRPF, sociedades e IVA superó con creces los cálculos del Ejecutivo.

También Rodrigo Rato recaudó más de lo que había presupuestado durante la primera legislatura de José María Aznar. La tendencia siguió en la segunda, con Montoro ya como titular de Hacienda. La excepción fue el 2001, al ingresar 1.103 millones menos de los estimados.