Desde un Rover 45 con trece años de antigüedad por 1.600 euros a un Jaguar casi sin estrenar por 87.000. El abanico de posibilidades en el Stock Car vuelve a ser muy amplio. Todoterrenos, turismos, furgonetas, deportivos, motos... Como decía ayer el responsable de uno de los concesionarios, "por coches no será". Ahora solo falta "que la gente responda". De momento, la primera mañana del salón atrajo a poco público, aunque la mayoría tenía un interés real por comprar.

Era el caso de Javier, un joven de 25 años al que se le acaba de averiar su automóvil. "Tenía 23 años, así que es normal; ahora busco uno de segunda mano por unos 5.000 euros", explicaba el zaragozano, que ya había echado el ojo a un Passat que se aproximaba a ese presupuesto. Como él, Ángel, de 24 años, buscaba un vehículo "con urgencia". "La verdad es que es muy cómodo porque en un mismo lugar tienes un montón de concesionarios, es como un híper del motor", destacaba el joven, que se quería gastar "unos 10.000 euros" por un vehículo seminuevo.

La mayoría de los profesionales presentes en el salón repetían por sexto año consecutivo, lo que demuestra el éxito de la feria. "Es una buena oportunidad porque en cuatro días puedes vender lo mismo que en medio mes", indicaba el jefe de ventas de Zarauto, Sergio Peris, que destacaba que "también vienen bastantes clientes de los pueblos". Como el resto de los vendedores, Peris también hablaba de un cambio de tendencia en el sector, aunque "todavía estamos lejos de las cifras de antes de la crisis": "Si hace seis años vendíamos 100 coches al mes ahora estamos en 40".

A pesar de la buena acogida por parte de los concesionarios, varios profesionales señalaban que el salón ha ido "de más a menos". De hecho, en la primera edición del Stock Car en el 2009 se vendieron cerca de mil coches. Actualmente, en España se venden dos coches usados por cada uno nuevo.