El origen de muchas expresiones está en la Biblia, aunque en ocasiones lo ignoremos. Está, por ejemplo, la advertencia contra la "mujer extraña" del algo machista y mojigato proverbio 5: "Hijo mío, presta atención a mi sabiduría, / inclina tu oído a mi prudencia, / para que guardes la discreción, / y tus labios conserven el conocimiento. / Porque los labios de la extraña destilan miel, / y su lengua es más suave que el aceite; / pero al final es amarga como el ajenjo, / aguda como espada de dos filos".

He aquí el origen, pues, de la expresión arma de doble filo, que se refiere a aquello que puede producir un efecto contrario al deseado o dos efectos contrarios entre sí (uno positivo y otro negativo, normalmente). Venía ayer a la cabeza ante el anuncio del banco central alemán de que, ahora sí, estaría dispuesto a que el BCE tomase medidas excepcionales ante el riesgo de deflación (incluida la compra de activos que antes le parecía un anatema).

Una medida así siempre es bien acogida por los mercados, porque supone que habrá más dinero circulando y más barato. Pero también implica que la recuperación de la economía está amenazada más seriamente de lo pensado. ¿Tomará el BCE alguna medida extraordinaria en su reunión de la semana que viene? ¿Y qué efectos tendría?

El Ibex 35, así, subió el 1,5%, a los 10.140,8, con la prima en los 171 puntos básicos gracias a que el bono bajó por debajo del 3,3%, su nivel más bajo desde 2006.