España ha desaparecido del punto de mira de la industria eólica internacional. Tras los recortes a las energías renovables decididos por el Gobierno, el sector redirige su foco hacia las economías emergentes, según coincidieron en señalar algunas de las mayores compañías del ramo durante una sesión celebrada en el marco del certamen eólico EWEA 2014, que se celebra en Barcelona. El consejero delegado de Acciona Energy, Rafael Mateos, en una rueda de prensa posterior admitió que "España perderá peso en el conjunto del negocio del grupo porque así lo ha decidido el regulador".

La muestra se ha convertido en la constatación del divorcio entre el Ejecutivo y este sector, utilizado hasta ahora como una de las enseñas del éxito de la marca España. El ministro de Industria, José Manuel Soria, declinó participar en la inauguración de la feria el lunes pasado y tampoco el presidente Mariano Rajoy quiso asistir al evento para recoger el premio European Wind Energy Award por ser el primer país del mundo en el que la eólica es la primera fuente de generación de electricidad, al que fue invitado.

SIN PRIMAS Todo ello se produce en un momento en el que aún está pendiente de publicarse la orden que concreta el nuevo modelo de retribución a las energías renovables, que supondrá un impacto de entre 700 y 1.200 millones de euros para las eólicas. En todo caso comporta la desaparición de las primas, que se sustituirán por una retribución del 7,5% bruto a la inversión, no la producción.

Pero el cambio no es el principal problema, sino la aplicación de "modelos retroactivos como los de España y Bulgaria, que

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