España es el segundo país de la Unión Europea donde más ha crecido la concentración en el sector bancario durante la crisis, con el riesgo de oligopolio financiero que ello supone. La cuota de mercado de las cinco principales entidades ha crecido en 19,4 puntos porcentuales entre el 2008 y el 2012, hasta el 61,8%, solo por detrás de Grecia (27,7 puntos) y muy por encima de Italia (11,8) y Alemania (8,7).

El poder de mercado de los cinco grandes bancos españoles (Santander, CaixaBank, BBVA, Bankia y Sabadell) ha crecido 5,8 veces más que la media europea (3,3 puntos) en ese periodo. La crisis, de hecho, no ha provocado un proceso de concentración bancaria en toda Europa. En 10 países ha subido, pero en otros 10 ha bajado, incluyendo algunos como Francia (-5,2 puntos), Reino Unido (-2,1) y Holanda (-2).

Ello ha provocado que España haya pasado en ese ranking de concentración bancaria del puesto 15º al 12º sobre 20 en esos ocho años. Además, con la compra del Popular por el Santander y la absorción de BMN por Bankia va a pasar a la octava posición (la cuota de los grandes saltará al 70,4%). Las fusiones adicionales que se esperan empeorarán aún más la situación.

RIESGO EXCESIVO / Los datos los expuso ayer el presidente del Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. El ejecutivo advirtió de que en España se ha producido un proceso de concentración bancaria «muy fuerte» y que tener menos de «cuatro o cinco grandes bancos» sería perjudicial para la financiación de la economía (empresas y familias) y supondría una concentración de riesgo excesiva. Se desmarcó así de las declaraciones habituales de otros representantes de su sector negando que haya riesgo de oligopolio, como defendió este lunes el consejero delegado del BBVA, Carlos Torres Vela.

En unas jornadas organizados por la APIE y el BBVA, Goirigolzarri se mostró en contra de que los cinco mayores bancos del país protagonicen fusiones entre sí. En cambio, consideró inevitable que el resto de entidades relevantes (unas ocho) caigan en manos de las grandes. «Las obligaciones de emisión del MREL (nuevos requisitos de solvencia europeos) van a implicar concentraciones para las entidades pequeñas», sostuvo.

El ejecutivo defendió que la competencia entre bancos es «extraordinaria» y aseguró que hay menos presión para que se produzcan fusiones que hace dos o tres años porque los tipos comenzarán a subir en 2018 y mejorarán los ingresos de las entidades.

Sin embargo, resaltó que la financiación de las empresas en España depende más de los bancos que en el resto de Europa y Estados Unidos, porque su pequeño tamaño les impide acceder al mercado, con lo que una concentración bancaria excesiva sería perjudicial pues reduciría las «alternativas» para obtener crédito.

LIQUIDACIÓN DEL POPULAR / Por otro lado, Goirigolzarri desveló que Bankia descartó pujar por el Popular porque era una operación «demasiado grande» y negó haber sufrido ninguna «injerencia política». También ha defendido que el Mecanismo Único de Resolución (MUR) europeo haga públicos los informes que le llevaron a intervenir el Popular.