Las ayudas netas que España recibe de la Unión Europea (UE) sufrirán una drástica reducción media de más de 6.000 millones de euros anuales (un billón de las antiguas pesetas) en el periodo 2007-2013, pese a las ayudas transitorias previstas para las regiones que pierden el derecho a subvención, según el proyecto del nuevo marco financiero comunitario aprobado ayer por la Comisión Europea.

El saldo de las ayudas netas a España, una vez deducida la contribución española al presupuesto comunitario, equivaldrá al 0,25%-0,26% de la renta nacional en el periodo 2007-2013, según la proyección presentada por el Ejecutivo comunitario para cada Estado de la UE.

España recibió en el 2002 unas ayudas netas de 8.870 millones de euros, equivalentes al 1,29% de la renta nacional, según los últimos datos disponibles. En el 2001, el saldo neto fue de 7.738 millones de euros, equivalentes al 1,23% de la renta nacional. El nuevo marco financiero a partir del 2007 representará, por tanto, la pérdida para España de unas ayudas netas equivalentes a un punto porcentual de la renta nacional. Este punto supone un recorte del saldo neto de más de 6.000 millones de euros de media.

PAISES POBRES "España como principal receptor de ayudas netas de la UE contribuirá de forma especial a la financiación de la ampliación con la reducción de esas ayudas, ya que los nuevos países miembros mucho más pobres son los que necesitan más esos fondos regionales", dijeron a este diario fuentes comunitarias. Portugal y Grecia, los otros dos países pobres de la antigua UE de 15 miembros, también sufrirán un recorte en sus ayudas netas europeas, pero menos importante que España.

El principal recorte español procederá de la pérdida de las ayudas del fondo de cohesión, porque la renta española se ha situado tras la ampliación en el 92,4% de la media de la UE y este fondo se reserva sólo para los países con renta inferior al 90% de la media. España recibió por este concepto 2.071 millones de euros en el 2002.

Otro recorte importante se producirá en las ayudas a las regiones que han dejado de ser pobres (renta inferior al 75% de la media de la UE) por méritos propios (Valencia, Canarias y Castilla y León) o por el efecto estadístico de la ampliación (Asturias, Murcia, Ceuta y Melilla). El primer grupo de regiones recibirá una ayuda transitoria equivalente al 35% de la que correspondería y el segundo grupo una ayuda especial equivalente al 66%. Esto supondrá la pérdida de al menos otros 1.300 millones de euros anuales de media.

Las reformas agrarias y la reducción progresiva del gasto agrícola europeo también recortarán las ayudas españolas. Por otra parte, el rápido crecimiento económico y la mejora del nivel de renta provocará un significativo aumento de la contribución española al presupuesto de la UE ampliada. La Comisión propuso también suprimir a partir del 2007 el cheque británico, por el que Gran Bretaña recupera desde 1984 una parte importante de su contribución. Ese cheque asciende ahora a 5.087 millones de euros anuales.

El Ejecutivo comunitario propuso sustituirlo por un mecanismo general de compensación a los países que aportan más del 35% de su renta nacional al presupuesto de la UE. Esa compensación, que tendrá un volumen máximo de 7.500 millones de euros anuales, será financiada por todos los países de acuerdo con el nivel de renta. El nuevo mecanismo será menos oneroso para España que mantener el cheque británico, según la Comisión Europea.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, aseguró que el proyecto de nuevo marco financiero de la UE "es un buen paquete". Almunia señaló que España debe dejar de centrar su estrategia en los fondos regionales y buscar obtener un mayor porcentaje en otras ayudas, como investigación o grandes proyectos europeos.