España perdió un total de 4.909 millones de euros en el 2018 debido al fraude, evasión y elusión fiscal, quiebra de empresas, insolvencias financieras o mala administración relacionada con el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), el principal gravamen al consumo. Este montante, según la última comparativa publicada este jueves por la Comisión Europea, sitúa la brecha española en el 6%. En el conjunto de la Unión Europea, la diferencia entre lo que los gobiernos europeos recaudan y lo que deberían recaudar en concepto de IVA, volvió a dispararse hasta los 140.000 millones en la UE lo que equivale a una pérdida de ingresos total del 11%.

El mensaje de Bruselas no ha variado: las haciendas europeas siguen perdiendo miles de millones cada año en ingresos potenciales debido a un sistema impositivo inadecuado y una cooperación transfronteriza insuficiente. Esta brecha se ha ido reduciendo en los últimos años, a menor ritmo en los últimos años, pero los efectos de la pandemia de coronavirus en la economía europea auguran cifras mucho peores para este año. Según las estimaciones del Ejecutivo comunitario, si la economía europea se contrae un 7,4% y los déficits alcanzan el nivel previsto, las pérdidas potenciales podrían aumentar un 4,1% en 2020respecto al año anterior y dispararse hasta los 164.000 millones de euros.

"Las cifras de hoy muestran que los esfuerzos dirigidos a eliminar el posible fraude y evasión en materia de IVA están progresando gradualmente pero también que queda mucho por hacer", ha admitido el comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni, que insiste en que los gobiernos no pueden permitirse el lujo de tales pérdidas y que es necesario intensificar la lucha contra un fraude muy desigual y que esconde realidades muy diferentes.

Rumanía y Grecia, los peores

A la cabeza de los países con la brecha más importante en cuanto a lo recaudado y lo que deberían recaudar sigue situándose Rumanía, que deja de ingresar el 33,8% de la recaudación potencial por IVA. Le siguen Grecia (30,1%), Lituania (25,9%), Italia (24,5%) y Eslovaquia (20%). La menor brecha, mientras tanto, fue de nuevo para Suecia (0,7%), seguida de Croacia (3,5%), Finlandia (3,6%), Chipre (3,8%) y Luxemburgo (5,1%).

La brecha en el caso español se situó en el 6%. En términos absolutos, no obstante, el mayor agujero fue para Italia con unas pérdidas potenciales de 35.439 millones de euros, seguidos de los 23.452 millones del Reino Unido, los 22.077 millones de Alemania, los 12.788 millones de Francia y los 6.595 millones de Rumanía. España, mientras tanto, fue el noveno país con menor brecha. Desde 2013 España había conseguir reducir sus pérdidas varios puntos en cada ejercicio, pasando del 12 % en 2013 (8.149 millones) al 9 % en 2014 (5.994 millones), 4 % en 2015 (2.897 millones), 2,8 % en 2016 (2.024 millones) y 2,4 % en 2017 (1.806 millones).