El ministro de Economía, Luis de Guindos, es optimista. Durante su comparecencia en el Congreso afirmó ayer que España «podría» salir este mismo año del procedimiento de déficit excesivo, el «brazo correctivo» de las cuentas públicas al que le tiene sometida la Comisión Europea desde abril del 2009. «Si este año el déficit público alcanzara el 3% del PIB, apenas una décima por debajo de nuestro objetivo, España podría salir este mismo año», destacó. Guindos sostuvo que el PIB ha experimentado una «cierta aceleración» en el segundo trimestre y dejó abierto que el crecimiento del año sea mayor que el del 2016 (3,2%).

La última estimación del Gobierno, de hace unas semanas, es del 3%, pero sigue siendo «prudente» e inferior a la del consenso de analistas (3,1%). Ese mayor crecimiento daría más margen para reducir el déficit. El desfase de las cuentas públicas lleva por encima del 3% desde el 2008 y alcanzó un máximo del 11% en el 2009. Salir del procedimiento de déficit excesivo, recordó el ministro, daría al Ejecutivo «más margen de política fiscal».

Tutela suave / El país, eso sí, seguiría sometido al más suave «brazo preventivo» de Bruselas por la elevada deuda (un máximo histórico del 100,4% del PIB en marzo, aunque el Gobierno asegura que cerrará el ejercicio cumpliendo el objetivo del 98,8%). Grecia salió hace unos días del déficit excesivo, con lo que solo quedan tres países sometidos a la tutela comunitaria (Reino Unido, España y Francia), frente a los 24 del 2011.

También mantuvo que «no existe ningún inversor ni empresario racional que considere que se vaya a producir la independencia» de Cataluña. Además aseguró que el Tesoro va a seguir actuando «como una madre» para apoyar los servicios públicos en la comunidad.

El ministro, asimismo, destacó que las acciones de Bankia han subido cerca de un 7% desde que anunció la absorción de la también nacionalizada BMN, «casi el doble que las entidades financieras comparables». Esta revalorización, dijo, ha supuesto que la participación del Estado en las entidades valga 600 millones más que antes de anunciar la fusión. En este sentido, defendió que los 1.300 millones que ofreció otra entidad por BMN, frente a los 825 millones que pagará Bankia, era solo una «oferta indicativa».