El 14,79% de las viviendas españolas de uso familiar está desocupado, puesto que, de los 20,94 millones de pisos contabilizados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), 3,1 millones se consideran vacíos. Según los últimos datos del INE sobre el Censo de Población y Viviendas 2001, el 55,2% de las viviendas vacías que hay en España es de particulares (1,71 millones); el 43,6% de comunidades de vecinos --concepto que agrupa pisos de inmobiliarias y los que en el momento de la encuesta estaban a la venta-- (1,35 millones); el 0,83% tiene como titulares a empresas; y el 0,015% pertenece a diferentes Administraciones públicas.

Según el INE, en Aragón hay 85.716 viviendas vacías, de las que 56.248 están en Zaragoza; 18.488, en Huesca, y 10.980, en Teruel, que se sitúa como una de las provincias con menos inmuebles desocupados, detrás de Ceuta (2.817), Melilla (3.687) y Alava (10.527). Por el contrario, las provincias que más viviendas vacías acumulan son Barcelona (con 307.859), Madrid (306.556) y Valencia (208.064). Estos datos subrayan que son las zonas donde más han subido los precios en las que hay más pisos desocupados.

Además, corroboran otros estudios anteriores del INE que apuntaban en la misma línea y que vienen a sustentar los análisis sobre la evolución del precio de la vivienda en España que inciden en la importancia de la inversión especulativa como uno de los factores que han contribuido al boom de los últimos años.

Casi el 15% de las viviendas permanecen a la espera de volver a salir al mercado sin que sus propietarios las pongan en alquiler. El Gobierno del PP siempre ha cuestionado estas cifras, entre otras razones porque legalmente aún no se ha establecido qué es una vivienda vacía. Es el concepto que debe acuñarse para que los ayuntamientos puedan determinar cómo pueden penalizar a sus propietarios a través del impuesto de bienes inmuebles (IBI). Algunos consistorios, como el de Madrid, han anunciado su propósito de incrementar hasta en un 50% el impuesto para castigar a los especuladores y favorecer el alquiler.