Los españoles son más vulnerables a una eventual modificación de los precios inmobiliarios, la temida burbuja, que "podría tener consecuencias más negativas que en otros países", según advirtió ayer un informe de la Caixa Catalunya. Esta afirmación se basa en el hecho de que el 78% de la riqueza de las familias españolas correspondía en el 2001 a propiedades inmobiliarias, un porcentaje mayor al de otros países. Este incremento del diferencial refleja el notable aumento del valor del patrimonio inmobiliario en España en este periodo y detrás de este proceso "se encuentra en buena parte la notable expansión de los precios de las viviendas".