Pese a que el grueso de las multimillonarias ayudas públicas a la banca ya ha sido desembolsado, el goteo de dinero de los contribuyentes inyectado al sistema financiero sigue adelante. El Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), tiene previsto cubrir pérdidas por al menos 270 millones de euros al comprador de Catalunya Banc, cuya identidad se resolverá en principio entre el lunes y el jueves de la próxima semana.

El FROB, apuntaron ayer fuentes del mismo, asumirá el impacto de la probable ruptura del contrato entre la entidad catalana y Mapfre, la aseguradora que le provee (estos pactos exigen exclusividad y el comprador probablemente trabajará con otra firma), así como las pérdidas por sentencias que condenen al banco por la mala venta de productos financieros híbridos (como las preferentes), cláusulas suelo hipotecarias y permutas financieras o swaps.

Las garantías son similares a las que concedió a principios de año a Banesco para que se quedase con NovaGalica Banco. La entidad venezolano ofreció unos 1.000 millones a cambio de la cobertura publica de una cifra similar en pérdidas, aunque esta sería la cantidad de ayuda adicional máxima y que la esperada es de unos 270 millones. Fuentes de la banca apuntan que la perdida máxima para el Estado podría rondar los 1.000 millones y que esas garantías han sido reclamadas por las entidades que han acudido a la subasta.