Quienes compraron un piso entre el 2008 y el 2009, pusieron de tipo de interés de referencia el euríbor y con revisión anual, tendrán un buen motivo de satisfacción a la vuelta de vacaciones. El euríbor, a final del mes de agosto, se ha quedado por los suelos en su marcha descendente de hace meses: su último registro se ha quedado en el 0,469%. Que sean los compradores de un piso hace cinco o seis años los más beneficiados por la última rebaja no es una referencia aleatoria: hasta entonces, las hipotecas se concedían con referencia al euríbor más un porcentaje inferior a la unidad. Ahora es difícil encontrar una oferta de hipoteca que, pese a seguir utilizando como referencia el euribor no vayan acompañadas de un diferencial que se mueve entre el 3% y el 3,5%, o más, según el grado de afinidad que se tenga con la entidad.

TENDENCIA ESTABLE Con el mercado del dinero tan convulso como el que se está viviendo los últimos meses, lo más destacado del tipo de interés al que se cobran las hipotecas no es tanto su evolución mensual sino su tendencia a largo plazo. Es en este contexto que los expertos auguran estabilidad: "Hay que tener en cuenta que el euríbor a 10 años (el swap) está en el 1,09%", explica Ferran Sicart, analista financiero de la sociedad Tracis. Esto anticipa una estabilidad a largo plazo inusual. Según este experto en financiación de empresas y familias, "que los tipos a corto plazo estén incluso negativos no hay que tenerlo en cuenta. Se debe a que sobra dinero y se deposita en el BCE aunque sea pérdida. Lo que realmente hay que valorar es que ahora es un buen momento para que las familias se endeuden".

Para Sicart, los bancos ya han escarmentado ("no volverán a diferenciales entre euríbor y tipo final del préstamo tan bajos como antes") en los préstamos hipotecarios y los han ajustado "porque también la inflación es muy baja". Esta tendencia tiene, no obstante, otro efecto inmediato, según la mayoría de economistas y que ahora se comprueba: si las hipotecas bajan a precios inesperados, el precio de los pisos sube.

Los efectos secundarios para la economía española a partir de esta tendencia de menor peso en la amortización de la hipoteca en las economías domésticas también es motivo de atención por parte de las entidades financieras. "La caída del coste de las hipotecas, combinada con la tendencia a la baja del euríbor que se registra los últimos meses hace que las familias dispongan de más rentas, porque han de destinar menos recursos a sus obligaciones hipotecarias, lo que hace prever que haya más disposición al consumo" argumenta Sofía Rodríguez, directora de análisis de Macroeconomía del Sabadell.

Ayer mismo se supo que el precio de la vivienda subió el 0,97% en el segundo trimestre, según el Colegio de Registradores. Según la nota informativa de este colectivo, "estamos ante la primera subida de precio de la vivienda en seis años". Los datos también confirman que hay más movimiento en el mercado de vivienda de segunda mano que en la nueva, y que la presencia de compradores extranjeros en este mercado sigue al alza.