Cada euro que el Instituto Aragonés de Empleo (Inaem) invierte en Políticas Activas de Empleo, como la formación, evaluación y la intermediación, multiplica por cuatro su valor en la economía aragonesa, según el estudio sobre la valoración del impacto económico y social de las Políticas Activas del Instituto Aragonés de Empleo, realizado por la Universidad de Zaragoza.

El estudio evalúa el nivel de eficacia y eficiencia que alcanzan las distintas actuaciones, tanto desde la perspectiva del beneficio individual de los trabajadores que participan en ellas, como desde la del beneficio que se deriva para toda la economía aragonesa. Y tiene un carácter evaluativo y prospectivo.

El campus público destaca entre esas políticas activas de empleo la importancia y la eficacia de la formación, ya que el 60% de las personas desempleadas que terminaron un curso de formación para el empleo en el 2019 se insertó en el mercado laboral en los 12 meses siguientes a la finalización del curso.

La investigación confirma que la formación profesional para el empleo es la política activa más potente para adecuar la cualificación de los trabajadores a las necesidades de las empresas; mejorar la empleabilidad de las personas e incrementar la competitividad empresarial, según explicó el Gobierno de Aragón. En la pasada legislatura, el Inaem dedicó a la formación de trabajadores, tanto ocupados como desempleados, más de 176,5 millones de euros.

Evaluación continua

El estudio considera «fundamental» que los programas destinados a la mejora de la empleabilidad de los empleados estén sujetos a una evaluación continua, en lo que Aragón es «pionera» puesto que la publicada ahora es la cuarta evaluación de este tipo, según destacan desde el Ejecutivo aragonés. La intermediación laboral entre empresas y trabajadores también constituye una de las principales funciones del Inaem, como se refleja en el reparto de su presupuesto entre los distintos programas.

Asimismo, el estudio muestra que el año 2017 significó un punto de inflexión en el diseño de este tipo de programas laborales, ya que se mejoró y afianzó el cuestionario de empleabilidad como herramienta de mejora del diagnóstico para definir itinerarios personalizados de los demandantes.

Por su parte, las políticas de promoción de empleo de la institución laboral aragonesa, que reúnen actividades encaminadas a incentivar la generación de empleo, y promueven la estabilidad laboral mediante el fomento de la transformación de contratos temporales en otros de carácter permanente, logran crear una diferencia significativa sostenida en el tiempo para los trabajadores beneficiarios.