La inversión directa de Brasil en la Unión Europea se ha multiplicado por diez en los últimos veinte años, la de China por seis y la de Rusia por dos. Sin embargo solo catorce de los 28 Estados miembros, entre ellos España, cuentan actualmente con algún tipo de instrumento de defensa comercial -y de distinto alcance- para protegerse de la irrupción de capital público de países terceros en sectores estratégicos. En este contexto, la UE ha decidido pisar el acelerador con la aprobación de un instrumento europeo para vigilar y controlar la entrada de capital extranjero en el club.

El mecanismo ha superado este jueves uno de sus últimos escollos con la aprobación del mecanismo por amplísima mayoría -500 votos a favor, 49 en contra y 56 abstenciones- en el pleno de la Eurocámara. El paso definitivo se producirá con la aprobación formal en el Consejo -donde se sientan los 28 gobiernos de la UE- el próximo 5 de marzo. Una vez cumplido este trámite se aplicará 18 meses después de la publicación de la decisión en el diario oficial.

“La velocidad a la que hemos sido capaces de alcanzar un acuerdo demuestra la necesidad urgente de crear normas a nivel europeo en materia de control de las inversiones extranjeras”, ha valorado el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, que propuso la creación del mecanismo en el debate del estado de la unión de septiembre de 2017.

VIGILANCIA DE SECTORES CLAVE

El objetivo de los legisladores europeos es mantener los ojos bien abiertos en sectores clave como la energía, el transporte, las comunicaciones o las nuevas tecnologías como la robótica o la inteligencia artificial. Los negociadores de la Eurocámara han incluido además en el foco de atención el agua, la salud, la defensa, los medios de comunicación, la biotecnología y la seguridad alimentaria. En total, el volumen de la inversión extranjera directa en manos de inversores extranjeros en la UE ascendía a finales de 2017 a 6.295 millones de euros.

El nuevo sistema establece un marco para que los Estados miembros intercambien información y comuniquen sus dudas ante determinadas inversiones específicas. Además, la Comisión podrá emitir dictámenes de opinión cuando una inversión suponga una amenaza para la seguridad o el orden público de más de un Estado miembro o cuando una inversión pueda socavar un proyecto o un programa de interés para el conjunto de la UE, como Horizonte 2020 o Galileo.

RIESGOS PARA LA SEGURIDAD

El mecanismo tendrá en cuenta la necesidad de operar “con plazos cortos” que respondan a las necesidades de las empresas y establecerá determinados requisitos para los Estados miembros que deseen mantener o adoptar un mecanismo de control a nivel nacional. La adopción de esta medida coincide con las dudas expresadas públicamente por el Ejecutivo comunitario entorno a las actividades del gigante de telefonía chino Huawei.

“Es evidente que tenemos que abordar las preocupaciones sobre el riesgo para la seguridad que representan determinadas inversiones en activos, tecnologías e infraestructuras esenciales. Los Estados miembros y la Comisión tendrán una visión de conjunto mucho mejor de las inversiones extranjeras en la Unión Europea y, por primera vez, tendrán la posibilidad de abordar colectivamente los posibles riesgos para su seguridad y su orden público”, ha destacado la comisaria de comercio, Cecilia Malmström.