La francesa Christine Lagarde ya tiene el camino despejado para convertirse el próximo 1 de noviembre en la primera presidenta mujer del Banco Central Europeo en sustitución del italiano Mario Draghi. Tal y como se esperaba, el pleno del Parlamento Europeo ha dado luz verde, en votación secreta y por amplia mayoría, -394 a favor, 206 en contra y 49 abstenciones- a su nombramiento, cuyo camino ya quedó abierto a principios de septiembre al salir airosa de su examen ante la comisión de asuntos económicos de la Eurocámara.

Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional hasta hace poco, no ha estado presente ni en el debate previo celebrado este martes ni en la votación posterior lo que le ha valido las críticas de algunos grupos como la izquierda europea. No estamos aquí para evaluar las carencias de la señora Lagarde. Hace dos semanas ya tuvimos una reunión en la que evaluamos sus credenciales y ella pasó el examen, ha recordado el eurodiputados de Ciudadanos, Luis Garicano.

La aprobación del Parlamento Europeo no es vinculante pero su opinión es un trámite necesario lo mismo que la opinión del BCE- para que los líderes de la UE confirmen su nombramiento en la cumbre de jefes de estado y de gobierno que tendrá lugar el 17 y 18 de octubre. Durante el debate de este martes, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Domvrovskis, también ha destacado que Lagarde tiene todas las credenciales necesarias para desempeñar un cargo en el que defenderá una política continuista.

OBJETIVOS PARA EL NUEVO MANDATO

Durante el examen celebrado el pasado 4 de septiembre, la próxima presidenta del BCE instó a los países con margen fiscal a multiplicar el gasto para impulsar las inversiones y luchar contra la recesión, se mostró de acuerdo en la necesidad de mantener una política expansiva durante un prolongado período de tiempo, con una ecologización de la política del BCE y prometió comunicar mejor las decisiones del BCE e indicó esperar no tener que utilizar nunca las palabras que pronunció Drahi para salvar el euro. "Vamos a ser exigentes y vamos a esperar que una institución que tiene una tarea tan importante cumpla con su cometido", ha avisado la socialista Irene Tinagli durante el debate.

Lagarde arrancó su carrera laboral como abogada experta en fusiones, comercio y legislación laboral con vínculos en numerosas corporaciones multinacionales. Entre 1999 y 2005 dirigió el gabinete estadounidense Baker McKenzie desde donde dio el salto a la política tras la llamada del ex presidente francés, Nicolás Sarkozy, que la nombró ministra de comercio exterior primero y finanzas después antes de tomar las riendas en 2011 del Fondo Monetario Internacional donde ha ocupado el cargo de directora gerente durante los últimos ocho años.