El veredicto de la Comisión Europea hace dos semanas fue claro: el Presupuesto para el 2019 pactado por el Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos está «en riesgo de incumplir las exigencias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento». Los ministros de economía y finanzas de la zona euro hicieron ayer suyo el avisto al considerar que las cuentas españolas están en riesgo de incumplimiento y se desvían «significativamente» de la senda de ajuste pactada y del objetivo de reducción de deuda previsto para el 2019.

El Eurogrupo invitó al Gobierno de Pedro Sánchez a adoptar todas «las medidas adicionales necesarias» para hacer frente a los riesgos identificados por el Ejecutivo comunitario en su análisis y garantizar que el Presupuesto del 2019 cumplirá con las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Además de España, también recibieron el mismo aviso Bélgica, Francia, Portugal y Eslovenia aunque este último país no ha recibido un tirón de orejas por la deuda. El peor parado fue una vez más Italia. Los gobiernos de la zona euro respaldaron a la Comisión en el procedimiento lanzado aunque también el proceso de diálogo abierto con Roma para reconducir la situación.

Pese a esta nueva advertencia, el mensaje de España no cambia: «Es normal en esta fase que haya discrepancias o distintas evaluaciones o estimaciones sobre cuál va a ser el resultado efectivo de las medidas que nosotros queremos poner en marcha», volvió a insistir la ministra de economía, Nadia Calviño, que aseguró que el tono del debate con sus colegas «fue positivo y de ánimo»

Para la titular de economía es «habitual» que haya discrepancias cuando «se trata de medidas fiscales y de nuevos impuestos» como «los dos que queremos introducir en las próximas semanas: la tasa a las transacciones financieras y el impuesto sobre determinados servicios digitales». Según los técnicos comunitarios, la recaudación a cuenta de estos dos gravámenes será de un 25% inferior a lo que prevé España.