La Unión Europea se ha marcado el objetivo de convertirse en un productor importante de semiconductores para el año 2030, ejercicio para el que, según el plan 2030 Digital Compass, espera conseguir una cuota de producción global del 20%. Este plan surge de la necesidad, como también ocurre en otros sectores como la producción de baterías, de reducir la dependencia de países como China o Estados Unidos, que lideran la producción de este componente clave para la producción de coches eléctricos, teléfonos móviles, dispositivos conectados, super ordenadores e Inteligencia Artificial.

Cabe recordar que la escasez global de semiconductores, a raíz de un incremento desmedido de la demanda por su uso en muchos sectores y una producción que no ha estado a la altura, ha afectado sobremanera a muchos sectores. En la automoción, por ejemplo, muchas marcas han tenido que llevar a cabo reajustes de la producción por la falta de suministro de semiconductores. Seat, sin ir más lejos, tuvo que recurrir a un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte), que afecta a 550 empleados al día por este motivo, pero otras firmas como General Motors, Ford o Volkswagen han sufrido el mismo problema. La escasez de semiconductores ha afectado también a otros sectores, como el de los videojuegos, con Sony y Microsoft quedándose sin stock de sus nuevas consolas horas después de lanzarlas al mercado.

Bajo el nuevo plan, la UE quiere producir semiconductores más potentes y veloces que los producidos por los líderes actuales del mercado, Taiwan Semiconductor Manufacturing y Samsung Electronics. "Es nuestro propósito que para 2030, la producción de semiconductores innovadores y sostenibles en Europa represente, como mínimo, el 20% de la producción global", expone el documento comunitario, adelantado por la agencia Reuters. "Una reducción de la dependencia con otros países, permitirá a la UE convertirse en soberana digital y asegurar los intereses europeos", añade.

Poco después de conocerse esta información, Bosch anunció la apertura de una nueva fábrica de semiconductores en Dresde, Alemania, previa inversión de aproximadamente 1.000 millones de euros. El principal enfoque de estas nuevas instalaciones, que, según la compañía, serán totalmente digitales y altamente conectadas, será la producción de microchips para el mercado automovilístico. "En Dresde se producirán semiconductores para las soluciones de movilidad del mañana y una mayor seguridad en nuestras carreteras", indicó en un comunicado Harald Kroeger, miembro del consejo de administración de Bosch.

El poder de los ordenadores cuánticos

El plan de la Unión Europea también plantea la creación de crear el primer ordenador cuántico para 2025 para "estar a la vanguardia de las capacidades cuánticas para 2030". Según el documento, esta tecnología es lo que se conoce como un game-changer, es decir, una revolución que no solo permitirá el desarrollo de nuevas soluciones movilidad o alcanzar la conducción autónoma, sino también acelerar el desarrollo de nuevas medicinas o la secuenciación del genoma de las especies.

Para las firmas automovilísticas, esta tecnología también permitiría investigar el desarrollo de problemas como los atascos de tráfico y solucionarlos, así como optimizar el desarrollo de componentes y mejorar su rendimiento. Antes de ponerse en marcha, el plan 2030 Digital Compass, que también sienta las bases del desarrollo de una infraestructura basada en la nube que permita doblar el número de empresas valoradas en más de 1.000 millones de euros o prevé cobertura 5G en todas las áreas pobladas del continente, debe ser aprobado por el Parlamento Europeo.