La normativa de la Unión Europea (UE) sobre fusiones y adquisiciones de empresas no supone ningún freno para las fusiones transnacionales, sea bancarias o industriales. La Comisión Europea reconoce que, pese a que toda la normativa favorece las fusiones, éstas son muy limitadas en los sectores considerados estratégicos. Los consejos de los bancos opinan que son entidades que deben seguir en manos nacionales.