La recuperación económica de la eurozona sigue siendo débil e incierta. El crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la zona euro se limitó al 0,2% trimestral durante los primeros tres mes del año, el mismo porcentaje que en el cuarto trimestre del 2013 y un 0,1 puntos inferior al logrado por el conjunto de la Unión Europea (UE). La tasa de crecimiento anual se situó en el 0,9% en la eurozona y en el 1,4% en la UE.

El fuerte tirón económico de Alemania en el primer trimestre, con un crecimiento del 0,8% respecto al trimestre anterior, permitió compensar los malos resultados económicos registrados por Francia e Italia, la segunda y tercera economía de la eurozona. El PIB francés se estancó en los primeros tres meses de este año, mientras que Italia volvió a sufrir una contracción en su PIB del 0,1%, lo que supone una recaída tras el ligero crecimiento del 0,1% registrado en el cuarto trimestre del 2013 y que puso fin a la recesión.

Holanda también sufrió una caída trimestral del 1,4% de su PIB en el primer trimestre del año y Finlandia volvió a entrar formalmente en recesión, con dos contracciones trimestrales consecutivas del 0,4% en cada caso. Portugal también volvió a sufrir una recaída económica en el primer trimestre del año, con una contracción del PIB del 0,7%, mientras que aún no hay datos disponibles sobre Irlanda y Grecia correspondientes al primer trimestre.

España y Bélgica, con unos crecimientos económicos trimestrales del 0,4%, Austria, con el 0,3%, Eslovaquia con el 0,6% y Letonia con el 0,7%, son los otros países de la eurozona que además de Alemania registraron una mejora del PIB en el primer trimestre del año.

El fuerte crecimiento trimestral de Gran Bretaña (0,8%) y de Polonia (1,1%) explican que el PIB de la UE crezca más que el de la eurozona.