El ex director de administracion y Control de Riesgos de CAI desde septiembre del 2005 hasta 2010, Carlos Montón, denunció ayer falsedad documental e irregularidades en operaciones inmobiliarias millonarias que agravaron la situación de la entidad a partir del 2008. "Se compraron suelos por valor de 150 millones sin que pasasen por el comité de inversiones", denunció el exejecutivo en una nueva jornada de la comisión de investigación de CAI, a la que brindó toda la documentación en su poder. Montón también detalló que las cifras de Caja Castilla La Mancha (CCM) cuando fue intervenida por el Banco de España eran incluso mejores que las de CAI. Así, tres grupos de empresas acumulaban en la entidad un riesgo de 384 millones en el 2009, la inversión en sociedades participadas se elevó a 1.358 millones --era de 650 millones en 2005-- y los 17 principales clientes sumaban ese año 1.207 millones (849 millones en 2005). En general, la concentración de riesgos se elevó a 3.742 millones, el 39% del total de recursos propios de CAI, dijo el exdirectivo.

A su juicio, la responsabilidad de todo ello recayó en los dos exdirectores generales, Luis Calvera (en menor medida) y sobre todo en Tomás García Montes, cuya gestión tildó de "disparatada" y "autoritaria". "Calvera comenzó este problema y García Montes la agravó", con el apoyo de Javier Alfaro, responsable territorial de CAI en Madrid entre 2002 y 2010, aseguró.

SORPRENDIDOS El relato de Montón dejó atónitos a los miembros de la comisión de investigación. 100 millones de pérdidas en Galerías Primero, cartas de garantía con terceras entidades (Sabadell y Unicaja, entre otras) en inversiones millonarias que no pasaban por los órganos correspondientes, la participación de CAI en Antena Aragón, informes maquillados, tasaciones caducadas, ocultación de actas, informes del Banco de España ignorados y más de 90 operaciones que no pasaron por los comités correspondientes. "Los límites los dibujaba (Montes) a su libre albedrío y aun así se los saltaban", afirmó Montón, que dijo haber remitido un informe al expresidente Antonio Aznar poco antes de que Montes saliese de la entidad.

Y todo ello se vivía en el "miedo más absoluto" por parte del resto. Incluso habló de "comisarios políticos" en algunas reuniones. Sin embargo, Montón no llevó estas irregularidades ante los tribunales.

Para el exejecutivo, CAI Inmuebles --sociedad que englobó la mayor parte del riesgo-- era independiente de la matriz y las operaciones se aprobaban, siempre bajo la tutela del director general de turno, sin consultar a la matriz. Y citó, entre otras, a sociedades como Arcai Inmuebles y otras vinculadas a promotores aragoneses como Castillo Balduz, Lacasta, Olmeda o Machín.

PROMOTORES ARAGONESES Una versión que fue desmentida por Javier Alfaro, responsable territorial en Madrid e imputado por una denuncia de CAI junto a Montes y al exsocio de la caja en Andalucía, Ramón Marrero, que ayer no acudió a declarar. "Había información de primera mano y permanente de CAI Inmuebles" por parte de los órganos, dijo Alfaro, que recomendó a la comisión acudir las actas. "Si la entidad facilitase las actas se resolverían problemas y dudas. En las actas está todo", recalcó.

En relación a la actividad promotora, Alfaro fue incluso más allá que Montón y subrayó que "el riesgo en la caja creció con los promotores aragoneses (Plaza 14, Habitalia, Machín, Castillo Balduz, Nozar, Lacasta ...)", que fueron de la mano con CAI en su expansión por Andalucía y el resto de España. Esa era, a su juicio, la "estrategia" de la caja.

ATAQUE A CARRASCO Alfaro, que se mostró durante su comparecencia muy airado, prefirió no opinar sobre el proceso judicial abierto contra él, una causa de la que se declaró "inocente" y de la que ha pedido su sobreseimiento. La denuncia fue impulsada por el presidente de CAI, Juan María Pemán, y el exdirector general, Luis Miguel Carrasco, contra quienes cargó por su gestión de la crisis en CAI. "La caja decidió desinvertir en el peor momento; hay que saber ver los ciclos. Analicen las pérdidas y quién dirigía la entidad en ese periodo", incidió. Una gestión que, subrayó, contrastaba con la suya en Madrid. "Mi unidad de negocio era de las mejores de la caja en rentabilidad", dijo.

Alfaro y Montón fueron dos de los nueve comparecientes que ayer pasaron por las Cortes de Aragón, cuyas declaraciones fueron en algunos casos contrapuestas. Uno de ellos, el responsable de CAI Inmuebles entre 2006 y 2010, Juan Antonio, Iglesias, apenas dio detalles de su gestión y negó malas prácticas. Eso sí, dijo que a partir del 2008 se inició un proceso de desinversión inmobiliaria, lo que contradijeron Alfaro y Montón. Ellos y varios directivos más dieron cuenta de parte de lo ocurrido en CAI en los últimos años.