La asesoría Magnus Emporium SL está rodeada de incógnitas. Algunos de los interrogantes abiertos no se logran despejar ni siquiera haciendo una visita a este camuflado despacho, pero sí la certeza de que ha sido impulsado por Tomás García Montes y Javier Alfaro, dos de los imputados en el caso CAI. Y también queda en evidencia que este socorrido negocio se esconde tras unas oficinas de Madrid, situadas en el número 61 de la calle Raimundo Fernández Villaverde, que son propiedad de la entidad aragonesa --integrada en el grupo bancario Caja3, hoy en manos de Ibercaja--. ¿Por qué eligieron este lugar? ¿Y cómo la caja acepta tener de inquilinos a dos exdirectivos con los que mantiene una seria disputa judicial? Estas cuestiones quedan de momento en el aire.

"¿Es aquí la oficina de Tomás García Montes?", pregunta un redactor de este diario que se personó el pasado jueves por la mañana en la sede de la sociedad mercantil. "Sí, es aquí", confirma una empleada de Bolsa3 al abrir la puerta que da acceso a las dependencias que comparten la misteriosa asesoría y la sociedad de valores de Caja3. "Tenéis visita", les avisa esta última a dos trajeados hombres que salen en ese momento de la estancia que acoge a Magnus Emporium. "Hoy no están", responde uno de ellos en alusión a los dos exdirectivos de CAI que son socios del negocio.

Tanto estos como varias fuentes del edificio, corroboran in situ lo que refleja el cruce de datos de los registros oficiales y mercantiles: la caja aragonesa mantiene una sorprendente vinculación con los dos exdirectivos a los que ha llevado a los tribunales. "Sí, suele venir por aquí", señala una de las fuentes, una frase que se repite en términos similares en otros casos.

Al percatarse de que el visitante es un periodista, las respuestas de los compañeros-trabajadores de la asesoría se vuelven titubeantes. "Aquí viene --García Montes-- de vez en cuando", apunta uno de ellos que dice compartir espacio con Magnus Emporium. El hermetismo envuelve a este despacho, que parece tener bastante trabajo por su aspecto interior pero que carece de carteles que den pistas sobre su existencia. Los únicos indicativos son del grupo bancario Caja3, cuya oficina principal en Madrid se ubica a cinco minutos de este lugar. Por su parte, los dos empleados de Bolsa3 se encogen de hombros ante las preguntas del redactor aunque reconocen lo que allí es un secreto a voces. "Por prudencia no podemos responder", dice uno. "Cada uno tenemos nuestro despacho".

Nadie aclara en qué condiciones la empresa de García Montes y Alfaro disfruta de este espacio propiedad de CAI, que se supone que ocupan en régimen de alquiler y, en teoría, desde hace un año, que es cuando se creó la firma mercantil. Los dos exdirectivos de CAI han tenido otras sociedades en común como Prodest XII Inversiones SL y Utilia XII Inversiones. Ambas estaban domiciliadas, en la calle Concha Espina, 8. "Aquí estuvieron tres o cuatro meses. Fueron los clientes más rentables: pusieron el domicilio, hicieron dos o tres reuniones y se fueron", dice un responsable de la asesoría ubicada en esa dirección, que alquila despachos.

Este diario contactó por teléfono con García Montes el mismo día de la visita a su despacho. "No tengo nada que decir" fue su respuesta. Quien fuera director general de CAI entre 2005 y 2009, guarda silencio desde su polémica salida de la entidad. Sus únicas manifestaciones públicas las hace en el blog de EsPublico, una plataforma de servicios para la administración local de la empresa Auloce, participada por CAI a través de Oesia. Allí cuelga artículos sobre economía. El último habla de la Presión inútil y carga contra la política de incremento de impuestos del Gobierno del PP. Fue el 12 de febrero.