Juan Monzón se ha propuesto enterrar las escayolas. Este emprendedor aragonés pilota desde hace tres años Exovite, una joven empresa que centra su actividad en la fabricación de férulas diseñadas en 3D para que los pacientes que sufran una rotura se olviden para siempre del tradicional yeso que inmoviliza las extremidades durante semanas.

Monzón y su equipo, formado por 20 personas, se han propuesto un reto mayúsculo: idear y diseñar una impresora en 3D que, tras escanear el brazo o pierna de un paciente, permita implantarle una férula justo después de haber sufrido una lesión, en el propio centro hospitalario, en apenas un minuto. «A finales de abril tendremos una impresora de este tipo», afirma Monzón. Y ello abrirá un mundo de posibilidades y un gran nicho de negocio a Exovite, puesto que cada año se producen más de 750.000 roturas solo en España. Hoy, en cambio, esta start-up necesita alrededor de diez horas para crear una férula.

Toda esta revolución se está gestando en el cuartel general de Exovite, en la Avenida Alcalde Caballero de Zaragoza, donde sus más de 13 impresoras 3D funcionan a pleno rendimiento. La firma, que se ha trasladado a sus nuevas instalaciones hace tres semanas, ha conseguido ya acuerdos con 15 centros hospitalarios en España, aunque en este 2017 tienen previsto comercializar su producto en 10 países más tras establecer contactos con más de 20, entre ellos Estados Unidos, además de otros de Latinoamérica y Europa.

Valor añadido

Pero además de férulas, Exovite vende el servicio de rehabilitación, ideado para que el paciente no tenga que ir al hospital. Se trata de un dispositivo que, mediante su conexión a un móvil a través de bluetooth, activa la electroestimulación en la zona afectada. De esta forma, los tratamientos se pueden realizar desde casa, en contacto con el médico, y ahorrar mucho tiempo y reducir los costes.

Pero hay más. Esta joven empresa, que ha reclutado a los mejores talentos en sus áreas, quiere anticiparse al futuro e idear soluciones hasta ahora difícilmente imaginables. Así, Exovite prevé desarrollar una división que focalizará sus esfuerzos en hacer prótesis internas, tanto orgánicas como inorgánicas. «Queremos, por ejemplo, crear meniscos a la medida de cada paciente para que tras la operación se le pueda implantar, lo que permitirá una recuperación lo más rápida posible», apunta Monzón, que no contempla límites. «En un futuro se podrán reproducir en 3D piernas enteras con sus células y sus terminaciones nerviosas y ya no veremos gente amputada», añade. Exovite también va a desarrollar tecnología para aplicar en los quirófanos.

Juan Monzón espera que Exovite sea rentable en 2018. Hasta entonces, él y su equipo trabajan para eliminar barreras y crear un mundo en el que los límites prácticamente no existen.